MADRID 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las náuseas y los vómitos durante el embarazo son habituales, especialmente entre las 4 y 7 semanas de gestación, sin embargo, esto no significa que "no puedan y deban tratarse", asegura el jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José, el doctor Juan José López Galián.
Además, las naúseas y vómitos son una de las principales principales causas de ingreso hospitalario entre las gestantes, con una prevalencia que se sitúa entre el 80 por ciento y el 90 por ciento de los embarazos.
El doctor recomienda realizar una serie de cambios en la dieta, evitar factores desencadenantes, y terapia farmacológica, si es necesario. Asimismo, "comer antes de tener hambre, hacerlo lentamente y en pequeñas cantidades -cada una o dos horas-, para evitar indigestiones, eliminar el consumo de algunas sustancias como café, alimentos picantes, alimentos altos en grasas y consumir comidas ricas en proteínas y alimentos ricos en jengibre, así como consumir bebidas carbonatadas", son algunas de las sugerencias que señala el experto.
También puede servir de ayuda evitar algunos factores ambientales como habitaciones congestionadas, olores fuertes y ambientes calurosos, húmedos o ruidosos, también puede ayudar. En caso, de que ninguna de estas medidas resulte efectiva, expertos recomiendan iniciar un tratamiento farmacológico comenzando por la administración de vitamina B6, con la posibilidad de ir variándolo en función de los resultados obtenidos.
Por otro lado, la hiperémesis gravídica es una forma severa de náuseas y vómitos que afecta a entre el 0,5 por ciento y el 2 por ciento de embarazadas, que pueden sufrir pérdida ponderal de peso, alteraciones hidroelectrolíticas y deshidratación.
El diagnóstico temprano y un abordaje adecuado son fundamentales para evitar complicaciones, tanto maternas como fetales, por lo que si la embarazada presenta náuseas que persisten a lo largo de todo el día e imposibilitan comer o beber, o vómitos recurrentes que impiden retener cualquier alimento o bebida dentro del estómago, debe consultarse con el especialista que esté realizando el seguimiento del embarazo, quien deberá valorar, en su caso, si realizar el tratamiento de forma ambulatoria o a través de un ingreso hospitalario.