MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los alimentos contaminados por bacterias, virus, parásitos, toxinas o productos químicos provocan anualmente la muerte de 420.000 personas y enfermedades a más de 600 millones. El coste para los países con ingresos medios y bajos alcanza los 95.000 millones anuales, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La ONU define la inocuidad de los alimentos como "la ausencia, o niveles seguros y aceptables, de peligro en los alimentos que pueden dañar la salud de los consumidores". Los peligros transmitidos por los alimentos pueden ser de naturaleza microbiológica, química o física y con frecuencia son invisibles a simple vista, bacterias, virus o residuos de pesticidas son algunos ejemplos.
Ante estas cifras, numerosos líderes mundiales se han reunido este martes en Addis Abeba (Etiopía) en la Primera Conferencia Internacional sobre Inocuidad de los Alimentos, un evento de dos días organizado conjuntamente por la Unión Africana y tres Organizaciones de la ONU, que busca identificar medidas que garanticen la disponibilidad y el acceso a alimentos sanos.
"Salvaguardar nuestra comida es una responsabilidad compartida. Todos debemos desempeñar nuestro papel. Debemos trabajar juntos para ampliar la seguridad alimentaria en las agendas políticas nacionales e internacionales", ha manifestado el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, durante la conferencia.
El conjunto de estas amenazas provoca que la inocuidad de los alimentos deba considerarse como un objetivo básico "en todas las etapas de la cadena alimentaria, desde la producción hasta la cosecha, el procesamiento, el almacenamiento, la distribución, la preparación y el consumo", según han indicado los líderes mundiales en el transcurso de la reunión.
"Los alimentos deben ser una fuente de nutrición y disfrute, no una causa de enfermedad o muerte", ha señalado el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien ha lamentado que, aunque los alimentos no seguros son responsables de cientos de miles de muertes cada año, "no han recibido la atención política que merecen".
A juicio del director de la OMS, que todas las personas tengan acceso a alimentos seguros "requiere una inversión sostenida en regulaciones, laboratorios, vigilancia y monitoreo más estrictos". "En nuestro mundo globalizado, la inocuidad de los alimentos es un problema de todos", ha recordado.
La Conferencia cuenta con la participación de 130 países y reúne a ministros de agricultura, salud y comercio junto a destacados científicos, organismos asociados y representantes de los consumidores, productores de alimentos, organizaciones de la sociedad civil y el sector privado.