MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Centro Médico de la Universidad de Rochester (UR), en Nueva York, Estados Unidos, han descubierto nueva información esencial sobre los ácidos grasos omega 3 contenidos en el aceite de pescado y sobre cómo podrían usarse para combatir el asma.
En un artículo publicado en 'Journal of Clinical Investigation-Insight', los autores encontraron mediante el uso de cultivos celulares de pacientes con asma local que los productos con ácidos grasos omega-3 pueden reducir la producción de IgE, los anticuerpos que causan reacciones alérgicas y síntomas de asma en personas con casos más leves de asma.
Pero en los pacientes con asma grave que emplean altas dosis de esteroides orales, los ácidos grasos omega-3 son menos eficaces porque los corticosteroides bloquean los efectos beneficiosos. El autor principal, Richard P. Phipps, profesor de Medicina Ambiental, y su laboratorio habían demostrado previamente que ciertos ácidos grasos contenidos en el aceite de pescado regulan la función de las células inmunes (células B) y querían evaluar más a fondo los efectos sobre el asma.
Las personas con asma tienen un desequilibrio entre las moléculas que amortiguan la inflamación y las que elevan la inflamación, por lo que usan esteroides para controlar la inflamación y aliviar los síntomas, pero estos medicamentos no curan la enfermedad subyacente.
Phipps y su equipo recogieron sangre de 17 pacientes en el Centro Médico de Asma Mary Parkes de la UR y aislaron sus células B inmunes en el laboratorio para explorar el impacto de los productos derivados de omega-3 puros sobre IgE y otras moléculas que alimentan la enfermedad. Los coautores Nina Kim y Patricia Sime, expertas en Medicina Pulmonar, realizaron gran parte del trabajo clínico y de laboratorio y compararon los resultados de los 17 pacientes con los de donantes de células sanguíneas sanas.
La mayoría de los pacientes que se ofrecieron voluntariamente para el estudio estaban tomando corticosteroides en forma de píldora o mediante inhalador, dependiendo de la gravedad de su asma. Los resultados mostraron que todos respondieron a los ácidos grasos omega-3 en algún grado, como lo demuestra una reducción en los niveles de anticuerpos IgE. Pero inesperadamente, relata Phipps, las células de un pequeño subgrupo de pacientes que tomaban esteroides orales eran menos sensibles al tratamiento con omega-3.
Los esteroides suelen ser un tratamiento muy eficaz para el asma. Sin embargo, aunque la ciencia está en las primeras etapas, parece que cuando los corticosteroides se utilizan de forma constante, en algunos casos los esteroides reducen parte de la capacidad natural del cuerpo para combatir la inflamación relacionada con el asma, detalla Phipps.
DEBE SER ACEITE DE PESCADO DE ALTA CALIDAD
El descubrimiento de estos expertos coincide con un estudio publicado en 'New England Journal of Medicine' (NEJM) a finales de diciembre de 2016, mostrando que la exposición prenatal al aceite de pescado reducía el riesgo de sibilancias y asma en los niños. Phipps señala que el aceite de pescado utilizado como suplemento dietético en el estudio de NEJM era una preparación especial de alta calidad y que los consumidores deben tener precaución al comprar aceite de pescado porque no todo el aceite de pescado es el mismo.
"Realmente se necesita un material estandarizado de alta calidad que ha sido procesado y almacenado correctamente antes de comparar los resultados de un estudio con otro", dijo Phipps. "Nuestro estudio utilizó los productos puros, biológicamente activos del aceite de pescado, conocidos como 17-HDHA, y hemos proporcionado una clara línea de evidencia de por qué la ingesta de aceite de pescado de alta calidad es bueno", añade.
Los ácidos grasos poliinsaturados omega 3 han demostrado tener muchos beneficios para la salud. Una vez ingeridos, se convierten en mediadores especiales que detienen la inflamación sin suprimir el sistema inmunológico. Se pueden encontrar en alimentos como aceite de semilla de lino, salmón, atún, anchoas y nueces.