MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
La nutricionista Isabel Dorst, de BIOMES, advierte de que las comidas rápidas y desequilibradas alteran las bacterias beneficiosas en el intestino, por lo que el microbioma intestinal se resiente, produciéndose regurgitaciones ácidas, flatulencias, diarrea o estreñimiento. Son síntomas que interrumpen el sueño y, por tanto, la regeneración del organismo.
"La fórmula mágica para un microbioma intestinal equilibrado y un sueño reparador es una dieta rica en fibra, descanso y suficiente ejercicio", expresa la nutricionista, que añade que alimentos como el cacao y el queso en particular favorecen las sustancias mensajeras reguladoras serotonina.
"El yoga y las técnicas de relajación también ayudan a reducir el estrés. Además, los estudios clínicos han demostrado que la ingesta de ciertos probióticos contribuye a restablecer el equilibrio de las bacterias intestinales y a dormir mejor", ha expresado.
Por otro lado, la experta también ha hablado sobre el cortisol, una hormona reservada para momentos críticos de supervivencia. "Nuestro cuerpo también la libera en otras situaciones de estrés o cuando se producen trastornos de sueño, y esto debilita la mucosa intestinal colonizada por bacterias", ha alertado. "Con una mucosa intestinal permeable, las bacterias pueden entrar en el flujo sanguíneo y así desencadenar inflamaciones", añade.
Con todo, algunas bacterias intestinales, como las llamadas bifidobacterias, que se pueden encontrar en algunos productos lácteos, participan en la producción de neurotransmisores que favorecen el sueño. Uno de estos neurotransmisores, la serotonina, ayuda a mantener la calma e incrementa la resistencia al estrés. De esta manera, contribuye positivamente al sueño.