MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio en 19 personas que padecen alergia al cacahuete ha encontrado una gran cantidad de anticuerpos inmunoglobulina E (IgE) que provocan alergia en el intestino, lo que proporciona una valiosa información sobre los mecanismos de las alergias severas al cacahuete y otros alimentos.
El estudio, publicado en la revista 'Science Immunology' y acompañado de un artículo de Perspective en 'Science', examinó muestras de células B productoras de IgE en el tejido intestinal (lo que ya supone un reto en sí) de participantes que comenzaron un ensayo clínico para inmunoterapia oral con proteína de cacahuete.
Los investigadores concluyeron que las células B productoras de anticuerpos en el intestino pueden cambiar la producción de tipos inofensivos de anticuerpos dirigidos contra el cacahuete a IgE, a través de un proceso conocido como recombinación de cambio de clase (RCC).
Los resultados sugieren que la prevención dirigida de la RCC en el intestino puede ser un enfoque de tratamiento prometedor. Además, al definir y localizar más tipos de anticuerpos IgE específicos para otros alimentos que inducen alergias, como mariscos y nueces, los autores afirman que los científicos podrían rastrear mejor las respuestas de los pacientes a los tratamientos para estos tipos de alergia.
Las reacciones a la alergia alimentaria varían ampliamente, desde una inflamación leve hasta anafilaxia potencialmente mortal, dependiendo de qué tipo de anticuerpo se una al antígeno alimentario. Por ejemplo, cuando la IgG se une a las proteínas de cacahuete es inofensiva, pero la unión con IgE puede inducir anafilaxia.
Pocos estudios han examinado las células B productoras de IgE en tejidos de pacientes con alergia alimentaria, en parte porque tomar muestras de estos tejidos es difícil y la IgE tiene una vida muy breve.
En esta ocasión, explorando las biopsias de rutina de 19 pacientes antes de que comenzaran el tratamiento de inmunoterapia oral con proteína de cacahuete, los investigadores secuenciaron genes de anticuerpos de células plasmáticas de linaje B en el estómago, el duodeno y el esófago.
Descubrieron que las células plasmáticas productoras de IgE abundaban en el estómago y el duodeno. Muchos pacientes compartían secuencias similares de ADN de IgE reactivas con cacahuete, lo que sugiere que los sistemas inmunes de diferentes individuos reconocen las proteínas de cacahuete de manera similar.
Comprobaron también que varias secuencias codificadoras de IgE eran compartidas por otros anticuerpos en los mismos tejidos intestinales, lo que sugiere que las células plasmáticas en el entorno intestinal se someten a RCC para producir IgE.
En un artículo de Perspective relacionado en 'Science', Duane Wesemann, del Harvard Medical School, y Cathryn Nagler, de la Universidad de Chicago, argumentan que determinar qué características del entorno intestinal favorecen la RCC a IgE y qué sucede con la producción de IgE en el intestino después de la inmunoterapia oral deberían ser preguntas de alta prioridad para futuros estudios.