MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
La incorporación de alubias blancas a la dieta de los supervivientes de cáncer colorrectal (CCR) puede influir positivamente tanto en la salud intestinal como en la del huésped, al modular marcadores relacionados con la obesidad y la enfermedad, según un nuevo estudio del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas (Estados Unidos).
Los resultados, publicados en 'eBIOMedicine', que forma parte de la familia de revistas 'The Lancet', revelan que los participantes en el ensayo 'BE GONE' que añadieron una taza diaria de alubias blancas a sus comidas habituales experimentaron cambios positivos en su microbioma intestinal, lo que se asocia con la prevención del cáncer y la mejora de los resultados del tratamiento. Los cambios incluyeron un aumento de la diversidad alfa, o bacterias beneficiosas ('Faecalibacterium', 'Eubacterium' y 'Bifidobacterium') y una disminución de las bacterias patógenas, u oportunistas.
"Observar un cambio en la diversidad del microbioma solo con una intervención dietética es raro, y este estudio subraya la capacidad de un alimento prebiótico fácilmente disponible para provocar tales cambios", ha señalado la autora correspondiente, Carrie Daniel-MacDougall, profesora asociada de Epidemiología. "En el transcurso de ocho semanas, se produjo una mejora en la salud intestinal de los participantes, marcada por un aumento de las bacterias beneficiosas, que alejan a las bacterias dañinas", ha expresado.
La obesidad, la mala alimentación o los problemas gastrointestinales pueden causar alteraciones en el equilibrio microbiano normal de una persona. En las personas que han padecido o padecen este tipo de cáncer, estos cambios provocan inflamación y pueden afectar a la supervivencia. Incluso después del tratamiento del cáncer o de la extirpación de pólipos precancerosos, una dieta deficiente y un microbioma intestinal desequilibrado pueden tener efectos negativos en los esfuerzos de prevención tanto de las enfermedades cardiovasculares como del cáncer.
Según Daniel-MacDougall, las alubias, sobre todo las blancas y pequeñas, están repletas de fibras, aminoácidos y otros nutrientes beneficiosos para el intestino, que pueden ayudar a las bacterias beneficiosas del colon a prosperar, favoreciendo la salud inmunitaria y regulando la inflamación. A pesar de ser accesibles y rentables, las legumbres suelen ser evitadas por los estadounidenses debido a efectos secundarios gastrointestinales leves o agudos, que pueden mitigarse con una preparación adecuada y un consumo constante.
Daniel-MacDougall advierte de que no se debe intentar esta dieta sin consultar a un médico, ya que podría tener efectos negativos sin la orientación adecuada. Se necesitan más estudios para determinar cómo pueden utilizarse los cambios dietéticos para reducir el riesgo de cáncer o mejorar los resultados del tratamiento.
El ensayo aleatorizado 'BE GONE' realizó un seguimiento de 48 hombres y mujeres mayores de 30 años que cumplían los criterios de obesidad a través del índice de masa corporal (IMC) o el tamaño de la cintura y que tenían antecedentes de lesiones intestinales. Entre ellos había pacientes con antecedentes de CCR (75%) y/o pólipos precancerosos de colon o recto de alto riesgo detectados en una colonoscopia. Durante ocho semanas, los participantes siguieron su dieta habitual o incluyeron una taza diaria de alubias blancas ecológicas cocidas a presión en lata.
Los pacientes pudieron elegir y preparar sus propias comidas, con un estrecho seguimiento y asesoramiento por parte del dietista del estudio. Cada cuatro semanas, los participantes proporcionaron muestras de heces y sangre en ayunas para evaluar los cambios en el microbioma intestinal, así como los metabolitos y marcadores del huésped. Se consideró que los participantes cumplían el régimen si consumían al menos el 80 por ciento de las judías durante el periodo de intervención y seguían el régimen prescrito al menos cinco días a la semana. Las limitaciones de este estudio incluyen la aversión de los participantes a consumir continuamente alubias blancas. No se registraron efectos secundarios graves.
"Las alubias no parecían inducir inflamación intestinal ni afectar gravemente a los hábitos intestinales, algo crucial para los supervivientes y pacientes de CCR", ha afirmado Daniel-MacDougall. "Sin embargo, una vez que los participantes dejaron de comer las judías, los efectos positivos se desvanecieron rápidamente, lo que subraya la necesidad de educar a los pacientes sobre cómo mantener hábitos saludables", ha agregado.
El estudio pone de relieve el papel terapéutico de los alimentos ricos en prebióticos naturales, al tiempo que subraya aún más la necesidad de ajustes dietéticos consistentes y sostenibles para los pacientes con cáncer de alto riesgo. En los próximos pasos, los investigadores se centrarán en una variedad más amplia de alimentos prebióticos y en cómo los cambios en el microbioma afectan a los pacientes sometidos a inmunoterapia.