MADRID, 12 Dic. (EDIZIONES) -
El cáncer colorrectal puede verse impulsado por los alimentos que se consume, según un trabajo de investigadores de la Universidad del Sur de Florida (USF) y el Instituto Oncológico del Hospital General de Tampa (TGH), ambos en Estados Unidos, que han descubierto un posible vínculo entre la dieta occidental (dominada por alimentos ultraprocesados y aceites poco saludables) y la inflamación crónica que impulsa el crecimiento de los tumores, tal y como se publica en 'Gut'.
Los investigadores han logrado importantes avances en la comprensión del cáncer colorrectal. En un primer estudio examinan cómo los alimentos procesados probablemente están obstaculizando los procesos naturales de curación del cuerpo. "Es bien sabido que los pacientes con dietas poco saludables tienen una mayor inflamación en sus cuerpos", aclara el doctor Timothy Yeatman, un reconocido médico científico y profesor de cirugía en la Facultad de Medicina Morsani de USF Health .
"Ahora vemos esta inflamación en los propios tumores de colon, y el cáncer es como una herida crónica que no se cura: si su cuerpo se alimenta a diario de alimentos ultraprocesados, su capacidad para curar esa herida disminuye debido a la inflamación y la supresión del sistema inmunológico que, en última instancia, permite que el cáncer crezca".
Según Yeatman, los hallazgos enfatizan la necesidad urgente de reevaluar los componentes de la dieta occidental, que generalmente consiste en un consumo excesivo de azúcares agregados, grasas saturadas, alimentos ultraprocesados, productos químicos y aceites de semillas inflamatorios.
En estudios anteriores, el Instituto de Salud Cardíaca de USF descubrió que una dieta desequilibrada no solo afecta el cáncer colorrectal, sino que también juega un papel en otras enfermedades, como el Alzheimer, la diabetes y las afecciones cardiovasculares.
"Nuestros cuerpos están diseñados para resolver activamente la inflamación a través de compuestos lipídicos bioactivos derivados de las grasas saludables, como la procedente de los aguacates. Los lípidos bioactivos son moléculas muy pequeñas derivadas de los alimentos que comemos y, si las moléculas provienen de productos alimenticios procesados, desequilibran directamente el sistema inmunológico y provocan inflamación crónica", puntualiza Ganesh Halade , profesor asociado en el Instituto de Salud Cardíaca de la USF y miembro del Programa de Biología del Cáncer en el Instituto de Cáncer TGH.
Si bien las moléculas son difíciles de detectar, Halade utilizó una técnica analítica de alta sensibilidad para identificar trazas de lípidos en 162 muestras de tumores de pacientes del Tampa General Hospital. Los tumores se congelaron dentro de los 30 minutos posteriores a su extracción y se transportaron a su laboratorio a través del Biobanco de USF y TGH Cancer Institute. En el interior de los tumores, el equipo observó un exceso de moléculas que promueven la inflamación y una escasez de las que ayudan a resolverla y favorecen la curación.
Estos hallazgos abren el camino a un nuevo enfoque natural, la medicina de resolución, que se centra en restablecer el equilibrio en la dieta del paciente para tratar el cáncer colorrectal de forma más eficaz. "El sistema inmunológico humano puede ser extremadamente poderoso y afectar drásticamente el microambiente tumoral, lo cual es excelente si se aprovecha correctamente para la salud y el bienestar", declara Yeatman. "Pero no si se ve suprimido por los lípidos inflamatorios de los alimentos procesados".
La medicina de resolución se centraría en revertir la inflamación utilizando alimentos saludables, no procesados, ricos en ácidos grasos omega-3 y derivados del aceite de pescado llamados "mediadores pro-resolución especializados", para restaurar los mecanismos de curación del cuerpo junto con un sueño equilibrado y ejercicio. "Esto tiene el potencial de revolucionar el tratamiento del cáncer, yendo más allá de los medicamentos para aprovechar los procesos naturales de curación", expone Yeatman. "Es un paso vital para abordar la inflamación crónica y prevenir enfermedades antes de que aparezcan".
Los primeros ensayos con derivados especializados del aceite de pescado han demostrado ser prometedores para abordar la inflamación desde su origen. Los ensayos están en marcha en el Instituto del Cáncer TGH y el equipo seguirá estudiando la medicina de resolución y su impacto en el tratamiento de los pacientes y la prevención de enfermedades.