MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
Uno de los rasgos distintivos de la enfermedad de Alzheimer es la alteración del ritmo circadiano del organismo, el reloj biológico interno que regula muchos de los procesos fisiológicos. Casi el 80% de las personas con Alzheimer experimentan estos problemas, como dificultad para dormir y empeoramiento de la función cognitiva por la noche. Sin embargo, no existen tratamientos para el Alzheimer que se centren en este aspecto de la enfermedad.
Un nuevo estudio de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) ha demostrado en ratones que es posible corregir las alteraciones circadianas que se observan en la enfermedad de Alzheimer con la alimentación restringida en el tiempo, un tipo de ayuno intermitente centrado en limitar la ventana de alimentación diaria sin limitar la cantidad de alimentos consumidos.
En el estudio, publicado en la revista 'Cell Metabolism', los ratones alimentados con un horario restringido mostraron mejoras en la memoria y una menor acumulación de proteínas amiloides en el cerebro. Los autores afirman que es probable que los hallazgos den lugar a un ensayo clínico en humanos.
"Durante muchos años hemos supuesto que las alteraciones circadianas observadas en las personas con Alzheimer son consecuencia de la neurodegeneración, pero ahora sabemos que puede ser al revés: la alteración circadiana puede ser uno de los principales factores de la patología del Alzheimer", afirma la autora principal del estudio, la doctora Paula Desplats, profesora del Departamento de Neurociencias de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego.
"Esto convierte a las alteraciones circadianas en un objetivo prometedor para nuevos tratamientos del Alzheimer, y nuestros hallazgos proporcionan la prueba de concepto de una forma fácil y accesible de corregir estas alteraciones", añade.
Las personas con Alzheimer experimentan diversas alteraciones de sus ritmos circadianos, como cambios en su ciclo de sueño/vigilia, mayor deterioro cognitivo y confusión por las noches, y dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido.
"Las alteraciones circadianas en el Alzheimer son la principal causa de ingreso en residencias de ancianos --afirma Desplats--. Cualquier cosa que podamos hacer para ayudar a los pacientes a restablecer su ritmo circadiano supondrá una gran diferencia en la forma en que tratamos el Alzheimer en la clínica y en cómo los cuidadores ayudan a los pacientes a controlar la enfermedad en casa".
Impulsar el reloj circadiano es un enfoque emergente para mejorar los resultados de salud, y una forma de lograrlo es controlando el ciclo diario de alimentación y ayuno. Los investigadores probaron esta estrategia en un modelo de ratón de la enfermedad de Alzheimer, alimentando a los ratones con un horario restringido en el que sólo se les permitía comer en un intervalo de seis horas al día. En humanos, esto se traduciría en unas 14 horas de ayuno al día.
En comparación con los ratones de control, a los que se daba de comer a todas horas, los ratones alimentados con el horario restringido tenían mejor memoria, eran menos hiperactivos por la noche, seguían un horario de sueño más regular y sufrían menos interrupciones durante el sueño. Los ratones de prueba también obtuvieron mejores resultados en las evaluaciones cognitivas que los ratones de control, lo que demuestra que el horario de alimentación restringido podía ayudar a mitigar los síntomas conductuales de la enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores también observaron mejoras en los ratones a nivel molecular. En los ratones alimentados con un horario restringido, los investigadores descubrieron que múltiples genes asociados con el Alzheimer y la neuroinflamación se expresaban de forma diferente. También descubrieron que el horario de alimentación ayudaba a reducir la cantidad de proteína amiloide que se acumulaba en el cerebro. Los depósitos de amiloide son una de las características más conocidas de la enfermedad de Alzheimer.
Dado que el programa de alimentación restringida en el tiempo fue capaz de cambiar sustancialmente el curso de la enfermedad de Alzheimer en los ratones, los investigadores son optimistas en cuanto a que los hallazgos podrían trasladarse fácilmente a la clínica, sobre todo porque el nuevo enfoque terapéutico se basa en un cambio de estilo de vida en lugar de en un fármaco.
"La alimentación restringida en el tiempo es una estrategia que la gente puede integrar fácil e inmediatamente en su vida --asegura Desplats--. Si podemos reproducir nuestros resultados en humanos, este enfoque podría ser una forma sencilla de mejorar drásticamente la vida de las personas que viven con Alzheimer y de quienes las cuidan".