MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
Beber café puede asociarse con un menor riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca o tener un derrame cerebral, según una investigación preliminar presentada en las Sesiones Científicas 2017 de la Asociación Americana del Corazón, que se celebra en Anaheim, California, Estados Unidos.
Los investigadores utilizaron el aprendizaje automático para analizar los datos del 'Framingham Heart Study' de larga duración, que incluye información sobre lo que las personas comen y su salud cardiovascular. Descubrieron que beber café se asociaba con un 7 por ciento menos riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca y un 8 por ciento menos de riesgo de accidente cerebrovascular con cada taza adicional de café consumida por semana en comparación con los que no bebían café. Es importante señalar que este tipo de diseño de estudio revela una asociación observada, pero no prueba causa y efecto.
El aprendizaje automático funciona mediante la búsqueda de asociaciones dentro de los datos, de la misma manera que los sitios de compras por Internet predicen los productos que te pueden gustar en función de tu historial de compras, y es un tipo de análisis de grandes datos. Para garantizar la validez de sus resultados y determinar la dirección del riesgo, los científicos continuaron analizando los resultados de aprendizaje automático utilizando el análisis tradicional en dos estudios con conjuntos de datos similares: el 'Cardiovascular Heart Study' y el 'Atherosclerosis Risk In Communities Study'.
La asociación entre el consumo de café y un menor riesgo de insuficiencia cardiaca y accidente cerebrovascular se observó de manera consistente en los tres estudios. Si bien se conocen muchos factores de riesgo de insuficiencia cardiaca y accidente cerebrovascular, los autores creen que es probable que haya factores de riesgo aún no identificados.
"Nuestros hallazgos sugieren que el aprendizaje automático podría ayudarnos a identificar factores adicionales para mejorar los modelos de evaluación de riesgos existentes. Las herramientas de evaluación de riesgos que actualmente utilizamos para predecir si alguien podría desarrollar una enfermedad cardiaca, particularmente insuficiencia cardiaca o accidente cerebrovascular, son muy buenas pero no cien por cien exactas", señala la primera autora del estudio, Laura M. Stevens, estudiante de doctorado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado en Aurora, Colorado e investigadora de datos en el Instituto de Medicina de Precisión de la Asociación Estadounidense del Corazón, en Dallas, Texas, Estados Unidos.
Otro posible factor de riesgo identificado por el análisis de aprendizaje automático fue el consumo de carne roja, aunque la relación entre el consumo de carne roja y la insuficiencia cardiaca o accidente cerebrovascular fue menos clara. Comer carne roja se vinculó con menor riesgo de insuficiencia cardiaca y accidente cerebrovascular en el 'Framingham Heart Study', pero validar el hallazgo en estudios comparables es más difícil debido a las diferencias en las definiciones de carne roja entre los estudios. Se está llevando a cabo una investigación adicional para determinar mejor cómo el consumo de carne roja afecta el riesgo de insuficiencia cardiaca y accidente cerebrovascular.
Los investigadores también construyeron un modelo predictivo utilizando los factores de riesgo conocidos de puntuación de 'Framingham Risk Score', como la presión arterial, la edad y otras características del paciente asociadas con la enfermedad cardiovascular. "Al incluir café en el modelo, la precisión de predicción subió un 4 por ciento. El aprendizaje automático puede ser una adición útil a la forma en que vemos los datos y nos ayuda a encontrar nuevas maneras de reducir el riesgo de insuficiencia cardiaca y accidentes cerebrovasculares", añade el autor principal del trabajo, David Kao, profesor asistente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado en Aurora.
La Asociación Estadounidense del Corazón sugiere limitar la carne roja, que es alta en grasas saturadas, como parte de un patrón dietético saludable que debería centrarse, principalmente, en el consumo de frutas, vegetales, granos integrales, productos lácteos bajos en grasa, aves y pescado.