MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
Consumir una dieta mediterránea, rica en fibra, ácidos grasos monoinsaturados y polifenoles, se asocia a una mejora de las tasas de respuesta a la inmunoterapia y de la supervivencia sin progresión en pacientes con melanoma avanzado, según ha descubierto un nuevo estudio presentado en la UEG Week 2022, organizada por la United European Gastroenterology.
Los expertos prevén que la dieta desempeñe un papel importante en el éxito de la inmunoterapia y se están ampliando los ensayos para investigar los resultados en diferentes tipos de tumores, incluidos los cánceres digestivos.
La dieta mediterránea, que contiene grasas mono y poliinsaturadas procedentes del aceite de oliva, los frutos secos y el pescado, así como polifenoles y fibra procedentes de las verduras, la fruta y los cereales integrales, se asoció de forma significativa con una mejor respuesta a los fármacos de inmunoterapia denominados inhibidores del punto de control inmunitario (IPCI).
Los IPCI, que han tenido un gran éxito en el tratamiento del melanoma, actúan bloqueando los puntos de control del sistema inmunitario, lo que obliga a las células T del propio organismo a atacar los cánceres.
El nuevo estudio multicéntrico realizado por investigadores del Reino Unido y de los Países Bajos, registró la ingesta dietética de 91 pacientes con melanoma avanzado, que fueron tratados con fármacos IPCI y controlaron su evolución con revisiones periódicas de la respuesta radiográfica.
Además de tener una asociación significativa con la tasa de respuesta global, una dieta mediterránea se asoció significativamente con la supervivencia sin progresión a los 12 meses.
Laura Bolte, autora del estudio y candidata al doctorado bajo la supervisión del profesor Rinse Weersma, del Centro Médico Universitario de Groninga (Países Bajos), explica que "la IPCI ha contribuido a revolucionar el tratamiento de diferentes tipos de cánceres avanzados".
"Nuestro estudio subraya la importancia de la evaluación dietética en los pacientes con cáncer que inician el tratamiento con IPCI y respalda el papel de las estrategias dietéticas para mejorar los resultados y la supervivencia de los pacientes", añade.
El estudio también descubrió que el consumo de cereales integrales y legumbres reducía la probabilidad de desarrollar efectos secundarios relacionados con la inmunidad inducida por el fármaco, como la colitis. Por el contrario, la carne roja y procesada se asoció con una mayor probabilidad de efectos secundarios relacionados con el sistema inmunitario.
"La relación de la respuesta a la IPCI con la dieta y el microbioma intestinal abre un futuro prometedor y emocionante para mejorar las respuestas al tratamiento --explica--. Se están llevando a cabo ensayos clínicos que investigan el efecto de una dieta rica en fibra, una dieta cetogénica y la suplementación de omega-3".
En este sentido, añade que "dado que la terapia con IPCI se está extendiendo a varios tipos de tumores, incluidos los digestivos, estos estudios podrían desvelar los beneficios del tratamiento para un gran grupo de pacientes con cáncer en el futuro".