MADRID, 1 Oct. (EDIZIONES) -
La fruta de la granada tiene innumerables beneficios para la salud y su implicación en la cura de enfermedades ha sido ampliamente reconocida desde la antigüedad. Destaca por su amplia actividad antioxidante. Por ello, esta fruta ha sido objeto de innumerables estudios a lo largo de los años que han demostrado su potencial frente a enfermedades relacionadas con la salud vascular, la intestinal, el cáncer, así como con las enfermedades neurodegenerativas.
Según recuerda la Universidad Miguel Hernández de Elche, pionera en España en su estudio, esta fruta se obtiene del granado y se trata de una especie frutal que fue domesticada en el neolítico, teniendo durante toda la antigüedad una clara relevancia. Asimismo, durante toda la historia, en muchas culturas la granada tenía un simbolismo referido a la fertilidad.
El doctor en Farmacia y profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Francisco Tomás-Barberán, resalta que la granada representa una buena fuente de vitamina C y de ácido fólico. "Pero lo más característico de la misma es su alto contenido en polifenoles. Los más abundantes son los taninos hidrolizables, particularmente las punicalaginas, cuyo contenido se han correlacionado con el alto poder antioxidante de la granada", destaca el experto.
Mientras, en una entrevista con Europa Press, la directora de Información y Divulgación científica de la Fundación Española de la Nutrición (FEN) Teresa Valero precisa que se trata de una fruta con bajo contenido energético y, por cada 100 gramos de producto, aporta 34 kilocalorías.
"Dentro de los minerales podemos destacar pequeñas cantidades en potasio. A su vez, y dentro de las vitaminas, presenta pequeñas cantidades de vitamina C. El consumo de una granada (peso medio 275 g) aporta el 8% de las ingestas recomendadas de potasio para un hombre o para una mujer de 20 a 39 años que realiza actividad física de forma moderada. Asimismo, aporta el 10% de la vitamina C recomendada. Además, el ácido cítrico, que confiere el sabor ácido característico de esta fruta, potencia la acción de la vitamina C", agrega la experta.
Sobre los polifenoles (taninos, una sustancia astringente), Valero señala que estos se encuentran fundamentalmente en la corteza, en las láminas y en los tabiques membranosos. Como prueba recuerda la sensación áspera que deja la fruta en el paladar y en la lengua. "Además, la granada posee flavonoides del tipo de las antocianinas (delfinidina, cianidina y pelargonidina). La importancia de estos compuestos (polifenoles y flavonoides) radica en su actividad antioxidante", recalca.
En cuanto a por qué consumirla, la dietista-nutricionista indica que el consumo de frutas y verduras debe realizarse de forma diaria (5 raciones), y también porque dentro del grupo de frutas, en una dieta saludable se debe variar su consumo. "La granada es una fruta de bajo contenido energético y con gran aporte de sustancias de interés nutricional", añade.
Sobre la mejor época para consumirla, Valero indica que la recolección de esta fruta comienza a mediados de septiembre y termina a mediados de noviembre. En este punto, precisa que las variedades más producidas en España, sobre todo en Andalucía y en la zona levantina (Alicante y Murcia) son: Grano Elche, que madura entre octubre y noviembre; y Mollar de Játiva o Mollar de Valencia, de recolección más temprana, con unos precios de venta generalmente más elevados, debido a la escasez del producto en la época de recolección.
¿CÓMO ESCOGERLAS?
A la hora de comprar granadas, la especialista en nutrición dice que se deben escoger aquellas que tengan un color vivo con matices marrones, la piel delgada, fuerte y sin cortes. "Cuanto más pese, más jugosa será", advierte. Para una mejor conservación, Valero recuerda que esta fruta se conserva perfectamente a temperatura ambiente; si bien, si el objetivo no es comerse las semillas de inmediato una vez abierta, éstas se pueden guardar en la nevera dentro de un recipiente durante tres días, o congelarlas como máximo seis meses.
Asimismo, señala que puede consumirse tanto fresca, como en la elaboración de zumos y que sus granos pueden añadirse en yogures, helados o ensaladas, entre otros alimentos.
Finalmente y, entre otras curiosidades sobre la granada, Tomás-Barberán indica que la cáscara de la granada contiene un gran porcentaje de taninos, un hecho que hace que se emplee tanto en medicina como en la industria del curtido de pieles, particularmente para hacer pieles en Marruecos. También se emplea en Túnez la corteza de la granada para teñir de amarillo los tejidos y otras fibras. "Además, allí el zumo se emplea como antiséptico cuando se aplica a las heridas", agrega.
A su vez, reseña que la granada también tiene grandes aplicaciones como alimento. "El zumo de granada es una bebida muy popular en Oriente Medio y es muy utilizado en la cocina Siria, Iraní e Hindú. El jarabe de granadina es un zumo concentrado y azucarado que se emplea para hacer cócteles", señala.