MADRID, 27 Mar. (EDIZIONES) -
El níspero es una fruta de la familia de las rosáceas. Es originaria del sudeste de China. En Europa se usó como árbol ornamental en el siglo XVIII, que es cuando llegó procedente de Japón. Sus frutos se empezaron consumir por todo el área mediterránea en el siglo XIX. Hay distintas variedades de este árbol frutal, siendo en España las más conocidas la especie 'Tanaka' y la 'Algerie'. Como el resto de frutas y hortalizas, además de su contenido en nutrientes, destaca por las sustancias que no contiene: grasas saturadas, azúcares añadidos o sal.
"Esta particularidad es una de las razones por las que se atribuye al consumo habitual de frutas y hortalizas el beneficio de reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas", destaca el dietista-nutricionista Manuel Moñino, presidente del comité científico de la Asociación para la promoción del consumo de frutas y hortalizas '5 al día'.
Así, destaca que el níspero es una fruta baja en calorías, que además aporta fibra y destaca por su contenido en vitamina A en forma de provitamina. "El color naranja intenso propio de estas frutas se debe a su contenido en beta carotenos, sustancias bioactivas que se convierten en Vitamina A una vez los ingerimos", explica el también Investigador en el Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) del Instituto Carlos III.
Según precisa, la vitamina A, que contienen los nísperos, contribuye al metabolismo normal del hierro y es "clave" en el mantenimiento de las mucosas, la piel y la visión, en condiciones normales, además de contribuir al funcionamiento normal del sistema inmunitario. Igualmente, detalla que la fibra, por su parte, es un conjunto muy diverso de sustancias que no se absorben y que fermentan en el intestino grueso, contribuyendo así a la salud intestinal al facilitar el tránsito, regulando la absorción de nutrientes, facilitando el asentamiento de flora intestinal, entre otros puntos.
UNA FRUTA DULCE
Su piel, que está cubierta con un borra algodonosa, no se suele consumir. El fruto contiene de 3 a 5 semillas en su interior y su pulpa, "refrescante, firme y dulce", se oscurece con rapidez cuando se expone al aire, por lo que para evitar ese pardeamiento, conviene consumirlos justo después de pelar. "Si se quieren preparar con antelación, conviene rociar ligeramente con zumo de limón", aconseja el miembro del Consejo General Dietistas-Nutricionistas (CGDN).
La recomendación de consumo es tomar al menos cinco raciones entre frutas y hortalizas frescas y variadas al día, a ser posible de temporada y de proximidad. En concreto, Moñino indica que la temporada de los nísperos va de abril a mayo, aunque se pueden encontrar los más tempranos a final de marzo y los tardíos hasta junio.
¿Cuántos se deben comer por ración? El dietista-nutricionista calcula que unas cuatro o cinco unidades medianas por ración, lo que correspondería con unos 150-200 gramos en limpio. "Se puede consumir de postre en las comidas o cenas, o formando parte de las meriendas o el desayuno. Además, al igual que el resto de frutas, es el menor tentempié para comer entre horas", advierte.
En su opinión, se trata de una fruta que puede consumirse en todas las edades, si bien hay que tener cuidado con los niños por sus semillas, ante el riesgo de atragantamiento. "Aunque puede servir para hacer compotas y salsas, se recomienda consumirlos en crudo y pelados, como postres o entre horas", añade el investigador.
CONSEJOS DE COMPRA
El experto recomienda que, ya que el níspero debe recolectarse maduro al no evolucionar a maduro una vez separado del árbol, a la hora de seleccionarlos en la tienda, se elijan los que tengan un color naranja intenso, que es mayor cuanto más maduro, y el pedúnculo del fruto no debe estar seco. Su piel de color homogéneo, puede contener algunas manchas marrones que indican un buen estado de maduración, pero el exceso de manchas y la facilidad con la que cede su pulpa, son indicadores de que su maduración es avanzada, agrega.
"En el hogar, podemos mantener a temperatura ambiente los que vayamos a consumir en uno o dos días, pero el resto conviene ponerlos en refrigeración pues se deshidratan fácilmente. Para disfrutar de su sabor, mejor si están a temperatura ambiente, por lo que conviene sacarlos unas horas antes del consumo", concluye el dietista-nutricionista Manuel Moñino.