MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) han demostrado que una dieta baja en gluten, pero rica en fibra, modifica positivamente las bacterias intestinales y disminuye las molestias gastrointestinales como la hinchazón. Además, está vinculada a una modesta pérdida de peso.
Cada vez más personas eligen una dieta baja en gluten, aunque no sean celiacas. Esta tendencia ha provocado un debate público sobre si las dietas bajas en gluten son recomendables para las personas sin alergia. En un estudio de intervención en adultos daneses saludables, publicado en la revista 'Nature Communications', un equipo internacional de científicos ha investigado sobre esta cuestión.
"Demostramos que, en comparación con una dieta con alto contenido de gluten, una dieta rica en gluten y con bajo contenido de gluten induce cambios en la estructura y función del complejo ecosistema intestinal de las bacterias y reduce la exhalación de hidrógeno. Además, observamos una pérdida de peso moderada, probablemente debido a las funciones bacterianas alteradas del intestino", explica el investigador principal principal del ensayo, Oluf Pedersen, del Centro de Investigaciones Metabólicas Básicas de la Fundación Novo Nordisk en la Universidad de Copenhague.
Los investigadores llevaron a cabo un ensayo aleatorio, controlado y cruzado que incluyó a 60 adultos daneses sanos de mediana edad con dos intervenciones de ocho semanas que compararon una dieta baja en gluten (2 gramos de gluten por día) y una dieta alta en gluten (18 g de gluten por día), separados por un período de al menos seis semanas con dieta habitual (12 g de gluten diarios). Las dos dietas se equilibraron en cantidad de calorías y nutrientes, incluida la misma cantidad de fibras dietéticas. Sin embargo, la composición de las fibras difería notablemente entre las dos dietas.
Así, concluyen que, basándose en sus observaciones de alteraciones en los patrones de fermentación de los alimentos de las bacterias intestinales, los efectos de la dieta baja en gluten en personas sanas pueden no deberse principalmente a la reducción de la ingesta de gluten en sí, sino a un cambio en la composición de la fibra dietética al reducir las fibras de trigo y centeno y reemplazándolas con fibras de verduras, arroz integral, maíz, avena y quinua.
Previamente se propuso una dieta baja en gluten para disminuir los síntomas gastrointestinales en pacientes con enfermedades inflamatorias del intestino y síndrome del intestino irritable, trastornos que ocurren en hasta el 20 por ciento de la población general occidental.
SPED: SUPRIMIR EL GLUTEN ES UN ERROR
A pesar de todos estos datos, con motivo del LXXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SPED), que se celebró el pasado mes de mayo, diferentes especialistas insistieron en que suprimir el gluten de la dieta sin haber recibido un diagnóstico de celiaquía por parte de un especialista es un error por un doble motivo.
"Porque puede causar efectos secundarios en el organismo de las personas sanas y también puede contribuir a que haya más casos de difícil diagnóstico, como las formas atípicas de esta enfermedad", explicaron.
"Un mensaje muy importante que debemos transmitir a la población es que no se haga una dieta sin gluten sin haber ido antes a un especialista de aparato digestivo que emita un diagnóstico certero de la enfermedad, puesto que esta va a durar toda la vida y es importante que el diagnóstico sea seguro. Se ha convertido en una moda la eliminación indiscriminada de la dieta del gluten, lo que nos dificulta mucho el diagnóstico, porque entonces no podemos evaluar bien los daños. Incluso en determinadas ocasiones tenemos que volver a introducir el gluten en la dieta para hacer los estudios", destacó el doctor Julio Valle Muñoz, especialista de Aparato Digestivo del Complejo Hospitalario de Toledo y miembro de la SEPD.
SE NECESITAN MÁS ESTUDIOS
"Definitivamente se necesitan más estudios a largo plazo antes de que se pueda dar un consejo a la población. Especialmente, porque encontramos que las fibras dietéticas, no la ausencia de gluten por sí sola, son la causa principal de los cambios en las molestias intestinales y corporales. Por ahora, pensamos que nuestro estudio es una llamada de atención para la industria alimentaria. La opción 'sin gluten' puede no ser necesariamente la más saludable. La mayoría de los productos alimenticios sin gluten disponibles en el mercado hoy en día están enormemente privados de fibras dietéticas e ingredientes nutricionales naturales", señala Oluf Pedersen.
Por lo tanto, concluye que "existe una necesidad evidente" de disponer de productos alimenticios sin gluten, nutricionalmente de alta calidad y enriquecidos con fibra, que sean frescos o procesados mínimamente para los consumidores que prefieren una dieta baja en gluten.