MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
Un celiaco diagnosticado tiene una calidad de vida "igual de buena" que cualquier otra persona que no padece la enfermedad, según han informado expertos con motivo de la celebración, la próxima semana, del LXXV Congreso Anual de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y del Día Nacional de la Celiaquía, este jueves.
"Aprender a convivir con la intolerancia al gluten es hoy más fácil que hace diez años", ha comentado el especialista en Aparato Digestivo y experto de la SEPD, Óscar Roncero García-Escribano, quien ha recordado la proliferación de productos libres gluten en las estanterías de las tiendas de alimentación y los supermercados, igual de menús y platos libres de gluten en restaurantes.
Por otra parte, el experto ha señalado que las nuevas tecnologías, Internet o las nuevas aplicaciones de móvil están facilitando el acceso a la información sobre productos alimenticios, permiten escanear el código de barras para comprobar si un alimento tiene trazas de gluten, ponen en contacto a las personas afectadas por la celiaquía o localizan los restaurantes más cercanos que ofrecen platos libres de gluten.
"El aumento de la prevalencia ha hecho que esta enfermedad sea cada vez más visible y que el sector de la alimentación y la restauración pensara en ellos, con lo que existen más productos libres de gluten en el mercado. No obstante, aún queda mucho por hacer, por ejemplo, tratar de reducir el precio de estos alimentos", ha recalcado Roncero.
De hecho, el mayor conocimiento de esta enfermedad por parte de los expertos y de la sociedad ha hecho que en los últimos años haya aumentado el número de personas diagnosticadas aunque, según diversos estudios, se cree que el 75 por ciento de los pacientes no está diagnosticado.
NO PRESENTA SÍNTOMAS
"Existen muchos casos sin identificar porque los pacientes no manifiestan síntomas, presentan síntomas no digestivos o la enfermedad se comporta imitando otras patologías como el síndrome del intestino irritable. Por este motivo, debemos concienciar a los facultativos sobre la necesidad de tener en cuenta la intolerancia al gluten al buscar un diagnóstico y evitar que éste se retrase durante años y que el afectado visite numerosos médicos hasta llegar al especialista del aparato digestivo", ha enfatizado el secretario de la SEPD, Federico Argüelles Arias.
Una vez diagnosticados de celiaquía, el único tratamiento efectivo para los pacientes es la suspensión de la ingesta de gluten en su dieta, pues la enfermedad celiaca es una reacción inflamatoria de base inmune a una proteína presente en el gluten que contienen cereales como el trigo, la cebada o el centeno.
Esta inflamación altera y lesiona la mucosa del intestino delgado dificultando la absorción de macro y micronutrientes. Eliminado el gluten de la dieta, la función intestinal se normaliza y se reparan las posibles lesiones provocadas. Ahora bien, a pesar de un diagnóstico positivo de celiaquía, a los pacientes asintomáticos la ingesta de gluten no parece provocarles daño al intestino.
"Si bien a corto plazo estos pacientes no sufren síntomas, los estudios a largo plazo alertan de que sí son una población con mayor prevalencia de tumores u otras enfermedades intestinales. Igualmente se ha demostrado en estos pacientes una mayor tendencia a la osteoporosis o recién nacidos de bajo peso si la madre no respeta la dieta. Por este motivo, los especialistas recomendamos que estos pacientes sigan igualmente una dieta completamente libre de gluten, como si fueran sintomáticos", han zanjado los expertos.