MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
Al menos cinco de cada seis niños menores de dos años carecen de los alimentos necesarios para su crecimiento y desarrollo cerebral, según ha denunciado el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), que ha alertado de que esto impide la correcta formación de su sistema cognitivo y provoca daños irreversibles.
"Durante los primeros años de vida, los niños necesitan más nutrientes que en cualquier otra etapa de su vida. Sin embargo, los cuerpos y cerebros de millones de niños no se están desarrollando de manera adecuada debido a la escasez de alimentos", ha indicado la asesora sobre nutrición de UNICEF, France Begin.
"La nutrición precaria a una edad tan temprana causa daños físicos y mentales permanentes", ha añadido Begin. Según datos de UNICEF, las prácticas nutricionales inadecuadas, como la introducción tardía de alimentos sólidos o la falta de variedad alimentaria, están muy extendidas, lo que provoca un mal desarrollo de los menores.
La agencia de la ONU ha denunciado que uno de cada cinco bebés no consume alimentos sólidos hasta cumplir los once meses y la mitad de los niños entre seis meses y dos años no consume la cantidad mínima recomendable de alimentos diarios, lo que aumenta el riesgo de no desarrollarse de manera óptima al presentar un preocupante déficit de vitaminas y minerales.
LA MITAD TIENEN ANEMIA
UNICEF, que ha publicado el informe 'Desde la primera hora de vida', donde localiza en un mapa las prácticas alimentarias de los niños en distintas partes del mundo, ha advertido de que casi un 50 por ciento de los menores de seis años sufre anemia. Únicamente la mitad de aquellos que se encuentran entre los seis y los once años consumen productos procedentes de animales debido al alto precio de éstos, según datos de la agencia.
En África subsahariana y Asia tan sólo uno de cada seis niños de los hogares más pobres lleva una dieta variada. Según la agencia del a ONU, mejorar la nutrición de estos niños podría salvar más de 100.000 vidas cada año. Para ello, UNICEF ha instado a los gobiernos de los países más afectados, así como al sector privado, a aumentar las donaciones para ayudar a la población más vulnerable.
Los programas de diversificación de cultivos y el refuerzo de los alimentos básicos son fundamentales para mejorar la nutrición de los niños, según la agencia, que ha destacado la importancia del agua potable y el saneamiento.
"No podemos permitirnos fracasar en la lucha contra la desnutrición infantil. Su capacidad para crecer, aprender y contribuir al futuro de sus respectivos países depende de ello", ha aseverado Begin.