Claves para disfrutar de la alimentación en Semana Santa: comer con equilibrio y placer, pero sin llegar a la gula

Torrijas, dulce típico de Cuaresma y Semana Santa.
Torrijas, dulce típico de Cuaresma y Semana Santa. - Eduardo Parra - Europa Press
Publicado: miércoles, 16 abril 2025 14:53

MADRID 16 Abr. (EUROPA PRESS) -

La especialista en Obesidad y Nutrición y miembro de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), la doctora Cristina Petratti, ha dado una serie de consejos para disfrutar de las comidas durante las vacaciones de Semana Santa, entre los que se encuentran el "comer con placer" pero sin llegar a sentir incomodidad, cambiando la "gula" por la escucha corporal.

"La evidencia científica nos muestra que el equilibrio es más importante que la perfección, y que los hábitos sostenibles a largo plazo son los que realmente generan bienestar", ha destacado la doctora Petratti, quien señala que estas fechas pueden ser un momento de duda y ansiedad en torno a la alimentación, sobre todo para aquellas personas con obesidad o una predisposición alta a ganar peso durante periodos vacacionales.

En ese sentido, ha lamentado que en la actualidad aún persistan mensajes que asocian la alimentación con la culpa y el castigo, y la salud con prohibiciones y sacrificios, razón por la que ha dado varias recomendaciones para transformar los "pecados capitales" en principios científicos y empáticos que permitan vivir las vacaciones con "disfrute" y "sin miedo" a que el bienestar sea una preocupación.

"Comer con placer no es un error ni una falta de control. La alimentación tiene un componente social, emocional y cultural que va más allá de las calorías. La clave no está en privarse, sino en encontrar un punto de satisfacción sin incomodidad, escuchando lo que nuestro cuerpo realmente necesita", ha insistido la experta.

Aunque ha señalado que el movimiento no es una obligación ni una herramienta para "compensar" lo que se come, ha incidido en que el cuerpo humano está diseñado para moverse desde el bienestar, razón por la que ha aconsejado dar paseos después de comer, bailar, jugar o simplemente estirarse.

Del mismo modo, ha recordado que no hay alimentos "prohibidos", y que el hecho de demonizar algunos alimentos "solo genera más ansiedad" y una relación "poco saludable" con la comida, por lo que ha resaltado la importancia de cambiar el pensamiento de "no puedo comer esto" a preguntarse con quién se puede disfrutar del mismo y si le hace sentirse bien.

La doctora Petratti también ha recalcado que comer con ansiedad "por miedo a que algo se acabe" aleja a las personas del disfrute real de la alimentación, siendo mejor "saborear cada bocado sin apurarse, sin culpa y sin la sensación de tener que aprovecharlo todo" en un solo momento.

Debido a que la salud no se mide en un número ni se define en un solo día, la nutricionista ha manifestado que no se debe compensar y ni castigar por lo que se come, siendo más importante volver a los hábitos saludables desde el autocuidado y no desde el castigo.

Las comparaciones con otras personas tampoco son recomendables, pues cada persona "tiene una historia, un metabolismo y un contexto" diferente, por lo que se debe "escuchar" lo que uno mismo necesita y sin presionarse para encajar en un molde ajeno.

"Cuidarnos no significa prohibirnos, pero tampoco desconectarnos por completo. La ciencia evidencia que el cuerpo agradece más la constancia que la perfección. Si disfrutamos más de la cuenta un día, podemos compensarlo con más hidratación, más movimiento y elecciones que nos hagan sentir bien, sin castigo ni culpa", ha añadido.

Tras ello, ha manifestado que la Semana Santa no debería ser una "batalla entre el disfrute y la restricción", y que no se trata de hacer todo "perfecto" o de dar "rienda suelta sin medida" a hábitos alimenticios perjudiciales, recordando que la salud es "un proceso y no una lista de reglas".

La doctora ha insistido que lo más importante es "encontrar el punto de equilibrio" donde se pueda celebrar, compartir y disfrutar sin miedo ni culpa, sabiendo que el cuidado personal es "un acto de amor propio".

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