MADRID, 9 Ago. (EDIZIONES) -
El azúcar es uno de los alimentos más antiguos pero de los que más controversia genera en la actualidad. Para algunos, su consumo podría resultar negativo para la salud del hombre. No obstante, en España hay un bajo consumo de este alimento, muy inferior al que corresponde a los países desarrollado en general y a los de ámbito europeo.
Así se desprende del informe monográfico sobre el azúcar, de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), en el que también destaca que el consumo excesivo de azúcar, al desplazar a otros alimentos de la dieta, puede conducir a deficiencias nutritivas. "La cuestión, por tanto, radica en determinar la proporción de azúcar que puede contener la dieta diaria, sin reducir el consumo de otros alimentos capaces de suministrar los nutrientes indispensables para nuestra nutrición", agrega.
Aquí quiere recordar que el azúcar no es absorbida como tal por nuestro intestino, que sólo es capaz de absorber monosacáridos. El azúcar dice que debe ser degradada durante el proceso digestivo, transformándose en sus dos componentes: glucosa y fructosa. Además, hay que tener en cuenta que hay alimentos que de por sí tienen el azúcar intrínseco, mientras que en otros casos el azúcar es añadida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su última guía actualizada sobre "Ingesta de azúcar para niños y adultos en el año 2015", mantiene la recomendación de 2003 de limitar el consumo de azúcares libres o añadidos a menos del 10% de la ingesta calórica total. No obstante, advierte de que "para obtener mayores beneficios para la salud hay que limitar el consumo de azúcar añadido a menos del 5% de la energía total diaria".
De hecho, la institución alerta de que el consumo excesivo de azúcar incrementa el riesgo de padecer obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Así, establece en 50 gramos al día la cantidad máxima recomendada de azúcares añadidos en nuestra dieta, una cifra que debe representar menos del 10% de la ingesta calórica total del día.
Según precisa la Agencia Norteamericana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés), el consumo de azúcar, en la proporción que alcanza en Estados Unidos (superior a la española), no puede considerarse responsable de ninguno de los efectos nocivos que a veces se le atribuyen, con la excepción de la caries dental, "una afección que tiene etiología multifactorial".
Pero, ¿cuánto se consume al día? Según la Encuesta Nacional de Consumo de alimentos y bebidas (Encuesta ENALIA) de 2012-2014 de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), dirigida a población infantil y adolescente (6 meses a 17 años), la ingesta media (mediana) de azúcares totales (es decir, monosacáridos y disacáridos intrínsecos y añadidos) es de 95,1 gramos/día, lo que supone el 21,5% de la energía total diaria.
Por otro lado, según la otra Encuesta ENALIA 2 de la AECOSAN en 2013-2015 y dirigida a población adulta, anciana y una submuestra de mujeres embarazadas (18-75 años), la ingesta media (mediana) de azucares totales en adultos es de 78,1 gramos/día, y muy similar al del colectivo de embarazadas (81,4 gramos/día), lo que supone el 19% de la energía total diaria.
Desde la FEN lamentan que uno de los problemas actuales es que para diseñar e implementar medidas efectivas para reducir los azúcares añadidos estos deben estar claramente identificadas sus fuentes alimentarias. "De hecho, la mayoría de las tablas de composición de alimentos no incluyen información sobre el contenido de azúcares añadidos en los alimentos", advierte.
CONSEJOS PARA REDUCIR SU CONSUMO
Por ello, desde la AECOSAN recomiendan a la hora de reducir su consumo:
1.- Es fundamental reducir el consumo de alimentos y bebidas con azúcares añadidos, evitando también echar azúcar añadida durante el cocinado.
2.- Revisar siempre el etiquetado de los productos que se consumen para conocer la cantidad de azúcares que contienen, así como de sal y de grasa.
3.- Práctica diaria de ejercicio para combatir los excesos y mantener una vida saludable.
4.- Consumir más productos frescos como frutas y verduras, y más legumbres y pescados, entre otros