MADRID, 29 Oct. (EDIZIONES) -
Los polifenoles, o compuestos fenólicos, son producidos por las propias plantas y les protegen frente a enfermedades o situaciones de estrés para su salud. Los seres humanos los consumimos a través de nuestra alimentación, generando en consecuencia beneficios para nuestra salud que a continuación nos explica Raúl Zamora Ros, colíder del grupo de investigación en nutrición y cáncer del IDIBELL y del Instituto Catalán de Oncología (ICO).
Durante una entrevista con Europa Press Infosalus este epidemiólogo nutricional y profesor asociado de la Universidad de Barcelona explica que se trata de compuestos que, químicamente, tienen uno o varios grupos fenólicos, responsables de producir estos efectos para la salud: "Son compuestos bioactivos, con efecto biológico para la salud, y además, son metabolitos secundarios de las plantas. Los producen para protegerse contra los agentes externos, como las radiaciones ultravioleta, la agresión contra determinados patógenos, como por ejemplo insectos, o hongos; por tanto, estos polifenoles protegen a las plantas contra enfermedades o situaciones de estrés para su salud".
Como son protectores para las plantas, prosigue este experto, se pensó que, si ellas mismas las creaban y tenían un efecto beneficioso, también podrían tenerlo en la salud humana cuando se consumen; y de ahí ese gran volumen actual de investigación sobre los polifenoles y su efecto sobre la salud. De hecho, hoy en día hay numerosos proyectos de investigación al respecto y Raúl Zamora investiga concretamente en el efecto de estos compuestos sobre el cáncer.
PRINCIPALES BENEFICIOS PARA NUESTRA SALUD
Los efectos más importantes que siempre se han comentado, según prosigue, son su poder antioxidante y antiinflamatorio, vasodilatador, antitrombótico, antilipidémico, antidiabético, anticarcinogénico, antiestrogénico, entre otros muchos efectos; si bien advierte de que lo que tenemos que tener en cuenta es que estos efectos, normalmente, suelen ser indirectos, a través de la modulación de enzimas, y de algunas otras formas más complejas, como por ejemplo, la modulación de la expresión de algunos genes.
Sobre sus efectos en la salud, indica que, sobre todo en los estudios poblacionales, se ha visto que pueden disminuir la mortalidad total, y que protegen contra las enfermedades cardiovasculares (disminuir presión arterial, facciones lipídicas, ictus, anginas, o infartos, entre otras patologías cardiovasculares).
Igualmente, este investigador destaca que se ha visto que pueden reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y hay varios estudios que demuestran que los polifenoles ayudan a mantener el peso, un aspecto "muy positivo", a su juicio, teniendo en cuenta la epidemia de obesidad y de sobrepeso que hay en nuestra sociedad actualmente.
UN GRAN CAMPO DE ESTUDIO: ENFERMEDAD NEURODEGENERATIVA
Pero también señala que otro de los campos donde son beneficiosos, y de hecho representa a día de hoy "uno de los puntos más calientes de investigación de los polifenoles" son las enfermedades neurodegenerativas, como la demencia, el párkinson, o el Alzheimer: "Se ha visto que ayudan en la fase patológica, pero también lo hacen en las fases previas. Por ejemplo, a mejorar la memoria, la plasticidad neuronal, la microcirculación cerebral, o bien el equilibrio oxidativo en el cerebro".
De hecho, Zamora Ros destaca que una de las cosas que se vieron hace un par de décadas que pueden atravesar la barrera hematoencefálica, pueden llegar al cerebro, y hacer efectos a nivel local del cerebro. "Todos estos estudios, tanto a nivel epidemiológico como clínico, tiene mucho interés porque se ve que reducen estas enfermedades neurodegenerativas, aumenta la cognición y la memoria. Ahora hay mucha investigación en este ámbito y la mayor parte de resultados son esperanzadores y positivos", remarca.
NO HAY BENEFICIOS EN EL CÁNCER
Apunta el colíder del grupo de investigación en nutrición y cáncer del IDIBELL y del ICO, que en el caso del cáncer, uno de los campos al que este investigador más se dedica, se están recopilando resultados "poco atractivos" en cuanto al papel de los polifenoles en prevención, "la mayor parte nulos", según subraya, de manera que indica que, dada la evidencia actual, no por consumir más polifenoles disminuimos el riesgo de padecer cáncer; "aunque en ningún caso habría polifenoles que aumentaran el riesgo de padecerlo, que esto sí que es una buena noticia, y no se ha encontrado evidencia al respecto".
Pero sí se ha visto que, en algunos tipos de cáncer, algún subtipo de polifenoles (hay más de 8.000 diferentes en la naturaleza, y en la dieta humana se consumen 500 tipos diferentes), podría reducir este riesgo. Eso sí, puntualiza que "no de forma generalizada para el cáncer", pero sí con la enfermedad cardiovascular, la diabetes, y con las enfermedades neurodegenerativas. "Donde sí se está viendo algún efecto más prometedor es en la prevención del cáncer colorrectal y de pulmón", apostilla.
POSITIVOS FRENTE A LA MICROBIOTA INTESTINAL
Por otro lado, este experto reseña que en la microbiota intestinal los polifenoles al final actuarían como prebióticos, sustancias que no se acaban de absorber del todo en el tracto digestivo, en el intestino delgado, y que llegan a colon y ahí son fermentadas por la microbiota.
"Promueven o facilitan que las cepas bacterianas buenas aumenten, y que las malas disminuyan, y esto es lo que sería hacer un efecto prebiótico donde alimentas a las bacterias buenas, y se inhiben las malas dentro de la microbiota. El mismo efecto que haría, por ejemplo, la fibra", apostilla el miembro de IDIBELL.
PUEDEN INTERFERIR EN LA ACCIÓN DE ALGUNOS MEDICAMENTOS
Ahora bien, se deben mantener ciertas precauciones en el consumo de polifenoles si tomamos determinados medicamentos porque estos pueden interactuar. Cita el caso del zumo de pomelo, por ejemplo, capaz de interactuar con hasta 80 medicamentos, como las estatinas, por ejemplo, que se dan para reducir los niveles de colesterol.
Pero también señala que hay un efecto de los polifenoles que tiene bastante controversia, en el caso de los fitoestrógenos, que son compuestos que se encuentran normalmente en la soja, las isoflavonas de la soja, que pueden tener un efecto tanto anti estrogénico como estrogénico, dependiendo de la dosis, tal y como cuenta: "Se ha visto que en algunos pacientes, sobre todo de cáncer de mama, donde se les da terapia hormonal, y también cuando se hace la terapia hormonal sustitutoria, la soja puede estar contraindicada a dosis altas (comer soja una o dos veces al día) porque podría interferir con estos medicamentos".
ALIMENTOS SON RICOS EN POLIFENOLES
Con todo ello, pedimos a Raúl Zamora Ros, colíder del grupo de investigación en nutrición y cáncer del IDIBELL y del Instituto Catalán de Oncología (ICO), que nos detalle qué alimentos son ricos en polifenoles, recordando que serían todos aquellos alimentos de origen vegetal, porque los polifenoles los generan las plantas para protegerse de ese estrés externo.
Así, cita que los alimentos más característicos son las frutas, las verduras, los cereales integrales, las legumbres, los frutos secos, las especias, las hierbas aromáticas, entre otros: "Por ejemplo, en el caso de las especias son muy ricas en polifenoles la pimienta, el pimentón, la cúrcuma, la canela, la cayena, el perejil, el cilantro, o el orégano, entre otras. Son hierbas que se cultivan en el monte y se estresan por sus condiciones muy duras de cultivo. Cuanto más estresadas están las plantas, más ricas son en polifenoles. También son más ricas en polifenoles las que se producen de forma más ecológica, dado que tienen más estrés, bien sea hídrico, o solar, fruto de los insectos que le rodean; todas estas plantas van a ser más ricas que no éstas que están tratadas con unas condiciones óptimas de cultivo".
En última instancia, el doctor Zamora resalta que, después, también tenemos otros alimentos como el cacao, que es una fuente importante de polifenoles, al igual que las bebidas derivadas de alimentos de origen vegetal como el té, o el café, y que a día de hoy representan las fuentes principales de polifenoles en la dieta, aunque todo depende de lo que consumamos. "Los zumos de frutas también son ricos en polifenoles, así como el vino, que es una fuente muy rica de polifenoles", remarca este investigador.