MADRID 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El consumo moderado de bebidas azucaradas con fructosa y glucosa durante 2 semanas no tiene efectos diferenciales en el ayuno o el colesterol tras las comidas, los triglicéridos, la glucosa, o la eliminación de la insulina hepática en adolescentes con un peso estable y físicamente activos, según ha mostrado un estudio científico en adolescentes publicado la revista científica 'The American Journal of Clinical Nutrition'.
Dada la cantidad limitada de ensayos experimentales que comparan los efectos de bebidas azucaradas con fructosa y glucosa en la salud metabólica de los adolescentes, el principal objetivo de este estudio científico ha sido comparar los efectos a corto plazo derivados del consumo de este tipo de bebidas azucaradas en personas de entre 15 a 20 años de edad, con respecto a varios indicadores de salud: la sensibilidad a la insulina, la secreción de insulina, la eliminación de la insulina, y las concentraciones de triglicéridos y colesterol.
Para ello, se realizaron dos ensayos de 15 días de duración cada uno, uno centrado en fructosa y otro en glucosa, para los que los participantes fueron asignados de forma aleatoria. Así, durante los primeros 14 días, los participantes consumieron 710 mililitros diarios de una bebida endulzada con fructosa (compuesta por 50 g de fructosa y 15 g de glucosa), o 710 mililitros al día de una bebida endulzada con glucosa (formada por 50 g de glucosa y 15 g de fructosa), además de su dieta habitual.
Los participantes mantuvieron sus niveles de actividad física rutinarios durante el tiempo de realización de los ensayos y, durante ese tiempo, se les pidió realizar registros detallados de su dieta, incluyendo el momento exacto de todas las comidas, aperitivos y bebidas consumidas durante los ensayos.
Asimismo, el día 15 los participantes permanecieron en laboratorio durante 12 horas, consumiendo 3 comidas líquidas (una comida de fructosa o una de glucosa cada 4 horas), tomando muestras de sangre cada 15 o 30 minutos durante todo el día.
NO ALTERAN LA SENSIBILIDAD A LA INSULINA
Los hallazgos principales de este estudio indican que a corto plazo, las bebidas azucaradas con fructosa o glucosa no alteran diferencialmente la sensibilidad a la insulina o la resistencia hepática a la insulina, ni los marcadores tradicionales en ayunas o postprandiales de la salud metabólica (triglicéridos, colesterol, glucosa, secreción de insulina, o eliminación de insulina) adolescentes con un peso estable y físicamente activos.
A partir de los datos del estudio, sus autores concluyeron que el consumo de fructosa o de glucosa por sí solos "no son perjudiciales" para la salud, y abundaron en la necesidad de estimar otros factores como la obesidad o los niveles de actividad física para prevenir la enfermedad crónica.