MADRID, 14 Oct. (EDIZIONES) -
El miso es un alimento básico en la cocina oriental, principalmente en la cocina japonesa, que se ha extendido al resto del mundo por las innumerables propiedades que se le atribuyen, aunque en España no termina de introducirse dentro de la dieta como ya lo han la salsa de soja, el tofú o el mijo.
Precisamente no hay que confundir el mijo con el miso, el primero es un cereal, mientras que el segundo es una pasta que proviene de la fermentación natural, no pasteurizada, de cereales como la soja, el arroz, la cebada o el trigo, entre otros.
Entre sus innumerables beneficios destaca que contiene enzimas vivas que favorecen la digestión y colonizan los intestinos repoblando la flora intestinal. Además, proporciona un equilibrio entre carbohidratos naturales, aceites esenciales, vitaminas minerales y proteínas. Así, entre sus beneficios destacan que previene enfermedades coronarias, problemas de tensión, dan mayor luz al rostro y vitalidad al cabello, elimina los metales pesados del cuerpo y previene alergias.
"Uno de los hechos que más famoso hicieron este alimento fue que tras los ataques de Hiroshima y Nagasaki, en un pequeño hospital rural de Japón sin recursos sólo disponían de miso para tratar a sus pacientes porque era costumbre que los campesinos llevaran siempre un poco encima para mantener la vitalidad. Lo curioso fue que tiempo después se conoció que, gracias a haber ingerido miso, aquellas personas sufrieron mínimas consecuencias tras la fuerte radiación.", ha señalado Patricia Restrepo, directora del Instituto Macrobiótico de España (IME).
Otra cosa buena del miso son sus múltiples usos, ya que puede utilizarse en la cocina en sopas, como aliño para ensaladas, en platos de cereal, legumbres, salsas, etc., y también puede utilizarse aplicado directamente sobre la piel para tratar quemaduras o picaduras de insectos, por ejemplo.
"Para que el miso contenga y conserve sus cualidades innatas ha de ser un miso natural que sea ecológico, ya que cada vez encontramos más pseudo-misos fermentados artificialmente que contienen ingredientes como el azúcar, gran variedad de químicos y conservantes que no son beneficiosos para el organismo", concluye Restrepo.
DIEZ RAZONES PARA INCLUIRLO EN LA DIETA
Desde el Instituto Macrobiótico de España nos explican diez razones por las que el miso es imprescindible en nuestra cocina:
1.- Contiene abundantes minerales que favorecen el correcto funcionamiento del metabolismo del cuerpo.
2.- Su contenido de ácido linoleico y lecitina, evitan el colesterol en la sangre y "suavizan" las venas. Esto hace que prevenga enfermedades coronarias y sea esencial en el tratamiento de la arterioesclerosis o de alta presión sanguínea.
3.- Su capacidad de nutrir la sangre promoviendo la regeneración celular es un aliado como ritual de belleza, ya que aumenta el brillo del rostro y la vitalidad de nuestro pelo.
4.- Aumenta nuestra energía gracias a sus grandes cantidades de glucosa.
5.- Previene enfermedades como las alergias y la tuberculosis.
6.- En tratamientos oncológicos ayuda a descargar la radiación del cuerpo.
7.- La sopa de miso cocinada con alga kombu permite eliminar los metales pesados del cuerpo y es muy útil para la desintoxicación del tabaco y del alcohol.
8.- Es el principal aliado en las digestiones y ayuda a neutralizar elementos dañinos del organismo.
9.- En el caso de las mujeres que acaban de dar a luz, ayuda a que suba adecuadamente la leche.
10.- En los niños evita la incontinencia nocturna.