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EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 28 agosto 2017 14:19


MADRID, 28 Ago. (Reuters/EP) -

Investigadores del King College de Londres (Reino Unido) han visto que los niños que se saltan todos el desayuno todos los días tienen más riesgo de déficit nutricional, ya que les resulta más difícil alcanzar los niveles recomendados de los nutrientes más necesarios para el organismo.

En concreto, según los resultados publicados en la revista 'British Journal of Nutrition', vieron que en comparación con los que desayunan todos los días tienen más carencias de hierro, calcio, yodo o folato, entre otros.

"Estos hallazgos confirman que desayunar desempeña un papel importante para garantizar que un niño consume suficientes micronutrientes clave", han asegurado Gerda Pot y Janine Coulthard, autores de la investigación.

Además, aunque los niños mayores son más propensos a no desayunar, el déficit de nutrientes es mayor en el caso de los niños pequeños que no desayunan. "Hay menos niños de 4 a 10 años que se saltan habitualmente el desayuno, pero en los menores de 11 a 18 años hay menos carencia nutricional", han apuntado.

En su estudio, los investigadores analizaron el consumo diario de alimentos durante cuatro días de casi 1.700 niños de 4 a 18 años, obtenidos de una encuesta realizada entre 2008 y 2012.

De este modo, vieron que alrededor del 31 por ciento de los niños desayunaban todos los días, el 17 por ciento no lo hacía nunca y el resto se lo saltaban algunos días pero no siempre.

Por edades, vieron que mientras que el 6,5 por ciento de los niños de 4 a 10 años no desayunaban nunca, la cifra se elevaba al 27 por ciento en los menores de 11 a 18 años. Asimismo, las niñas eran más propensas a no desayunar, algo que también era más en familias con menos ingresos.

Entre los que no desayunaban, vieron que más del 30 por ciento no consumieron suficiente hierro durante el día, en comparación con menos del 5 por ciento de los que desayunaban. Asimismo, el 20 por ciento de los que no desayunaban tampoco tenían niveles suficientes de calcio y yodo, frente al 3 por ciento de los niños que desayunaban.

Y alrededor del 7 por ciento de los niños que se saltaron el desayuno tenían un nivel insuficiente de folato, en comparación con ninguno entre quienes desayunaban.

Además, la ingesta de grasa también aumentó cuando los menores no desayunaban, lo que muestra que quizá trataban de compensar a lo largo del día el no haber desayunado. De hecho, los niños que no desayunaron terminaron comiendo el mismo número de calorías totales como los niños que desayunaban a diario.

Los autores insisten en la importancia del desayuno en la infancia y plantean diferentes estrategias para conseguirlo, como involucrarlos más en su preparación o dejar algunas cosas hechas para no perder mucho tiempo por la mañana.

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