MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Un trabajo coordinado por el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN) ha revelado que las personas con enfermedad celiaca suelen presentar un desequilibrio en su dieta con una mayor ingesta de azúcares añadidos, grasas y alimentos ricos en proteínas que la población general.
Del mismo modo, los datos del estudio que publica la revista 'Journal of Pediatric Gastroenterology', muestra también como ingieren menos alimentos ricos en almidones y una menor cantidad de micronutrientes como ácido fólico, calcio, hierro y magnesio.
El hallazgo se obtuvo tras comparar el patrón de dieta de 98 personas con celiaquía de 10 a 23 años con el de otras 98 personas no celiacas, emparejados por edad, sexo e índice de masa corporal. En total se analizó la dieta de ambos grupos durante tres días no consecutivos (dos laborales y un festivo) para evaluar la energía, ingesta de nutrientes y alimentos, así como su adecuación a las recomendaciones nutricionales de micronutrientes.
En comparación con el grupo control, vieron que las personas con enfermedad celiaca presentaban un consumo significativamente superior de azúcar añadido y graso total, así como un mayor consumo de bebidas azucaradas. La media de consumo de fibra, en cambio, se situó por debajo de las recomendaciones nutricionales en ambos grupos.
Los participantes celiacos también consumían cantidades "significativamente menores" de alimentos ricos en almidón y mayores cantidades de alimentos ricos en proteínas como carne, pescado o huevos.
El trabajo también puso de manifiesto que las personas celiacas mostraron un porcentaje significativamente menor de adecuación a las recomendaciones sobre ácido fólico, hierro, calcio o magnesio.
LAS CAUSAS DE ESTE DESIQUILIBRIO PODRÍAN SER ECONÓMICAS
Los autores creen que el mayor desequilibrio que presentan los celiacos se debe a que los alimentos sustitutivos libres de gluten son más caros o a que las familias no reciban ayudas económicas.
Además, estos productos para celiacos no tienen una alta palatabilidad y "no son muy apetitosos", lo que puede llevar a estos pacientes a "consumir otros productos ricos en proteínas, grasas y azúcares", han destacado.
Además, admiten que esta situación podría prevenirse en parte a través de una mejor educación nutricional en la infancia ya que "no sólo se los tiene que enseñar cómo elegir adecuadamente los alimentos, sino que también se debe hacer hincapié en la importancia de cumplir las recomendaciones nutricionales a largo plazo", han destacado.