MADRID 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA) ha resaltado que la dieta mediterránea puede servir como una estrategia de prevenir enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades neurodegenerativas, diabetes mellitus e incluso lograr una menor mortalidad de causa cardiovascular, por lo que piden seguir este modelo de alimentación tras una década en la que se ha registrado una pérdida de adherencia a la misma.
Los especialistas de la asociación han recalcado que esta dieta cuenta con "el mayor número de evidencias científicas sobre su impacto" en la salud de las personas, citando los estudios PREDIMED y CORDIOPREV, que han demostrado su "impacto positivo en las patologías mencionadas", según un comunicado de SEA con motivo del Día de Mundial de la Dieta Mediterránea.
Aunque esta dieta tiene como principio fundamental la ingesta de productos de origen vegetal, con un consumo preferente de verduras, frutas, legumbres y frutos secos, los expertos han resaltado el consumo de aceite de oliva virgen extra, la principal fuente de aporte de grasa de este patrón alimenticio.
"Tanto en estudios epidemiológicos como estudios clínicos de intervención nutricional, el aceite de oliva virgen extra ha demostrado ser eficaz en la prevención de eventos cardiovasculares", ha explicado el miembro del grupo de nutrición de SEA, el doctor Francisco Gómez Delgado.
Estas propiedades se deben a que, a diferencia de otros aceites como el de coco o de palma, este es rico en ácidos grasos monoinsaturados, pues su método de obtención le permite mantener los compuestos fenólicos beneficiosos para la salud cardiovascular.
"No hay duda de que el aceite de oliva virgen extra constituye la mejor alternativa para el uso culinario diario y debe ser la primera opción. Además, resiste mejor los cambios de temperatura de los distintos métodos de cocinado y, aunque sufre una merma en su contenido de compuestos fenólicos, la cantidad que conserva sigue siendo adecuada", reza el documento.
Los expertos del grupo de nutrición de la SEA inciden en la necesidad de adherirse al modelo de Dieta Mediterránea como medio para mantener una adecuada salud cardiovascular. La recomendación es aún más insistente dada la pérdida de adherencia a este modelo en nuestro país en la última década.