MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Yale (Estados Unidos), y publicado en la revista 'Cell Metabolism', ha evidenciado que las dietas altas en grasas afectan también a la salud del cerebro.
En el trabajo se ha evaluado cómo el consumo de alimentos grasos estimula la inflamación hipotalámica, una respuesta fisiológica a la obesidad y la desnutrición. De esta forma, los expertos comprobaron que la inflamación ocurre en el hipotálamo a los tres días después de consumir una dieta rica en grasas, incluso antes de que el cuerpo comience a mostrar signos de sobrepeso.
En concreto, los expertos observaron inflamación hipotalámica en animales con una dieta alta en grasas y descubrieron que se estaban produciendo cambios en la estructura física entre las células microgliales de los animales, las cuales actúan como la primera línea de defensa en el sistema nervioso central que regula la inflamación.
Del mismo modo, comprobaron que la activación de la microglia se debía a cambios en sus mitocondrias, orgánulos que ayudan a los cuerpos a obtener energía de los alimentos que se consumen. De hecho, las mitocondrias fueron sustancialmente más pequeñas en los animales con una dieta alta en grasas debido a la proteína de desacoplamiento 2 (UCP2), la cual regula la utilización de energía de las mitocondrias, afectando así al control de la energía y la homeostasis de la glucosa por parte del hipotálamo.
En este sentido, los expertos comprobaron que la activación de la microglía mediada por UCP2 afectó a las neuronas del cerebro que, cuando recibían una señal inflamatoria debido a la dieta alta en grasas, estimulaban a los animales del grupo de la dieta alta en grasas a comer más y a volverse obesos. Sin embargo, cuando este mecanismo se bloqueó al eliminar la proteína UCP2 de la microglia, los animales comieron menos y fueron resistentes al aumento de peso.
"Existen mecanismos cerebrales específicos que se activan cuando nos exponemos a un tipo específico de alimentos. Este es un mecanismo que puede ser importante desde un punto de vista evolutivo. Sin embargo, cuando los alimentos ricos en grasas y carbohidratos están constantemente disponibles, es perjudicial", han dicho los expertos.