MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro de Investigación de Nutrición Infantil USDA/ARS en el Colegio Baylor de Medicina, en Houston, y el Hospital de Niños de Texas, en Estados Unidos, encontraron que la hormona estrógeno puede disparar específicamente las neuronas cerebrales que producen serotonina para inhibir los atracones de comida en ratones hembra, como detallan en un artículo sobre su investigación que se publica en 'Journal of Clinical Investigation'.
Pegarse atracones de comida, un trastorno alimentario en el que una persona consume con frecuencia inusualmente grandes cantidades de alimentos en un corto periodo de tiempo, afecta a alrededor de entre el 5 y el 10 por ciento de los adultos en Estados Unidos y es más común en mujeres que en hombres.
"Los datos anteriores han demostrado que las mujeres que tienen ciclos menstruales irregulares tienden a ser más propensas a comer compulsivamente, lo que sugiere que las hormonas en las mujeres desempeñan un papel significativo en el desarrollo o la prevención de la conducta", afirma el autor principal del informe, Yong Xu, profesor asistente de Pediatría.
"Investigaciones previas han demostrado también que en los humanos existe una fuerte asociación entre el estrógeno y la ingesta compulsiva. Cuando el estrógeno es alto, los atracones se inhiben, pero cuando el estrógeno es bajo, los atracones de comida se hacen más frecuentes. Utilizando modelos de ratón, nos propusimos ver cuáles son los efectos de los estrógenos en el comportamiento de atracones en ratones hembras", expone.
En este estudio, Xu y sus colegas encontraron primero que los estrógenos pueden inhibir fuertemente los atracones en ratones, lo cual era coherente con los datos en los seres humanos. "Podemos especular que en las mujeres que padecen atracones también sucede que tienen ciclos menstruales irregulares, probablemente porque su función de estrógeno está dañada de alguna manera, lo que les lleva a desarrollar esta condición", apunta Xu.
Xu y sus colegas fueron más allá para determinar qué receptor medió en el efecto del estrógeno en los atracones y dónde se encuentra este receptor. Mediante el uso de modelos genéticos de ratón, encontraron que el receptor de estrógeno-alfa, expresado por las neuronas de serotonina en el cerebro, interviene en el efecto de los estrógenos para suprimir los atracones.
"La importancia no sólo es entender el mecanismo de cómo los estrógenos pueden modular este comportamiento, sino que desde un punto de vista más terapéutico, esto supondría identificar un objetivo potencial para la terapia de estrógeno o modificar la terapia actual de estrógenos para tratar este problema", adelanta Xu.
Sin embargo, Xu recuerda que la terapia con estrógenos en la práctica actual ha sido un problema, ya que produce efectos perjudiciales, tales como alto riesgo de cáncer de mama. "Pensamos que, si podemos entender dónde y cómo el estrógeno actúa para producir algunos beneficios, será más fácil diseñar una terapia a base de estrógeno que pudiera ser más específica y producir beneficios evitando los efectos secundarios, como cáncer de mama", plantea.
Al mismo tiempo, los colaboradores de Xu de la Universidad de Indiana desarrollaron un compuesto llamado GLP-1-estrógeno, una combinación entre el péptido GLP-1 y el estrógeno. La idea era emplear GLP-1 para administrar el estrógeno y entregarlo a una región donde hay receptores de GLP-1 y receptores de estrógeno, dispensando allí el estrógeno y produciendo una función biológica.
Sus colaboradores en la Universidad de Indiana publican que este compuesto resultó bueno para el control del peso corporal sin aumentar el riesgo de cáncer de mama debido a que no se dispensó el estrógeno en el tejido mamario. Xu y sus colegas descubrieron que cuando se pone una inyección sistémica de este compuesto en ratones, hay un aumento de la actividad del estrógeno en la región de la serotonina del cerebro, es decir, el compuesto puede entregar estrógeno en la zona de la serotonina donde se cree que se regula el comportamiento de los atracones.
Se mostró además que el compuesto inhibe sustancialmente los atracones en ratones y que parte de este efecto viene del estrógeno y la otra parte, del GLP-1. "Hay algunos estudios que muestran que los pacientes compulsivos tienden a tener menos GLP-1 en la sangre, pero nadie había demostrado que el GLP-1 suprime los atracones en animales o humanos hasta ahora", celebra Xu.
"Hemos demostrado que estas dos cosas, estrógeno y GLP-1, trabajan juntas para disminuir los atracones y que GLP-1 puede llevar los estrógenos a este sitio específico para producir un beneficio, pero sin pasar por el tejido del seno", añade este experto, para quien estos resultados suponen un "fuerte argumento" para desarrollar un fármaco que actúe específicamente sobre los receptores de estrógenos-alfa en la región de la serotonina del cerebro para tratar el trastorno por atracón.