Un estudio relaciona un ayuno nocturno más largo y desayunar temprano con una menor masa corporal

Archivo - Una aceitera en una mesa, a 21 de junio de 2024, en Barcelona, Catalunya (España). - DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS - ARCHIVO

El grupo que hacía ayuno de 17 horas tendía a estilos de vida menos saludables

BARCELONA, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un estudio coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación La Caixa, ha relacionado un ayuno nocturno más largo y desayunar temprano con un menor índice de masa corporal (IMC).

Publicado en el 'International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity', afirma que para controlar el peso "no solo es conveniente" tener en cuenta qué se come, sino también las horas a las que se hace, informa el ISGlobal en un comunicado de este martes.

El informe ha contado con la participación de más de 7.000 personas voluntarias de entre 40 y 65 años de la cohorte GCAT Genomes for Life, un proyecto coordinado por el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP).

En 2018 los participantes respondieron cuestionarios sobre su peso y altura, sus hábitos alimenticios, su estilo de vida y su posición socioeconómica, y en 2023 más de 3.000 participantes realizaron una visita de seguimiento.

El análisis de los datos mostró que, en comparación con los hombres, las mujeres mostraban menor IMC, mayor adherencia a la dieta mediterránea, menor tendencia al consumo de alcohol, peor salud mental y más probabilidades de encargarse de la supervisión de la casa o de la familia.

RESULTADOS

El equipo usó la técnica estadística de análisis por cluster, para agrupar individuos con características similares, y entre los resultados llamó la atención un pequeño grupo de hombres cuya primera comida del día era pasadas las 14 horas y que, en promedio, realizaban un ayuno de 17 horas.

Este grupo de hombres tendía a estilos de vida menos saludables (más probabilidad de fumar, de beber alcohol o menos actividad física) y tenía niveles de estudio menores y más probabilidad de estar en el paro, patrones que no se dieron entre las mujeres.

Los investigadores señalan que los patrones de ingesta de comida inusuales "pueden entrar en conflicto con el sistema circadiano, el conjunto de relojes internos que regulan los ciclos de la noche y el día y los procesos fisiológicos que deben acompañarlos".