MADRID 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
Es bien sabido que mantener controlados los niveles de glucosa en sangre puede ayudar a las personas a evitar o controlar la diabetes, pero una nueva investigación multinacional dirigida por biólogos de la Universidad de Texas (Estados Unidos) sugiere que restringir los niveles de glucosa en sangre también podría mantener a raya ciertos tipos de cáncer.
En un estudio publicado en línea este martes en la revista 'Cell Reports', los investigadores restringieron la glucosa en circulación en ratones con cáncer de pulmón alimentándoles con una dieta cetogénica, que es muy baja en azúcar, y darles un medicamento para la diabetes, que evita que los riñones reabsorban la glucosa en la sangre.
"Tanto la dieta cetogénica como la restricción farmacológica de la glucosa en sangre por sí mismas inhibieron el crecimiento adicional de tumores de carcinoma de células escamosas en ratones con cáncer de pulmón --dice el doctor Jung-Whan "Jay" Kim, autor del estudio y profesor asistente de Ciencias Biológicas de la Universidad de Texas--. Si bien estas intervenciones no redujeron los tumores, sí evitaron que progresaran, lo que sugiere que este tipo de cáncer podría ser vulnerable a la restricción de glucosa".
Pese a que se sospecha que muchos tipos de células cancerosas dependen en gran medida de la glucosa como suministro de energía, Kim y sus colegas han demostrado en estudios de laboratorio anteriores que un tipo específico, el carcinoma de células escamosas, es notablemente más dependiente que otros tipos de cáncer, como el adenocarcinoma.
"El hallazgo clave de nuestro nuevo estudio en ratones es que una dieta cetogénica sola tiene cierto efecto inhibidor del crecimiento tumoral en el cáncer de células escamosas --añade Kim--. Cuando combinamos esto con el medicamento para la diabetes y la quimioterapia, fue aún más efectivo". La restricción de glucosa no tuvo ningún efecto sobre los tipos de cáncer de células no escamosas.
"Nuestros resultados sugieren que este enfoque es específico del tipo de células cancerosas. No podemos generalizar a todos los tipos de cáncer", añade.
Los investigadores también examinaron los niveles de glucosa en muestras de sangre de 192 pacientes que tenían cáncer de pulmón o de células escamosas esofágicas, así como de 120 pacientes con adenocarcinoma de pulmón, ninguno de los cuales había sido diagnosticado con diabetes.
"Sorprendentemente, encontramos una correlación sólida entre una mayor concentración de glucosa en sangre y una peor supervivencia entre los pacientes con carcinoma de células escamosas --dice Kim--. No encontramos tal correlación entre los pacientes con adenocarcinoma de pulmón. Esta es una observación importante que implica aún más la eficacia potencial de la restricción de glucosa para atenuar el crecimiento del cáncer de células escamosas".
Kim enfatiza que se necesitan estudios clínicos más completos y detallados, pero los resultados indican un enfoque potencialmente novedoso para mejorar el tratamiento del cáncer.
"La manipulación de los niveles de glucosa del huésped sería una nueva estrategia que es diferente de tratar de matar las células cancerosas directamente --explica Kim--. Creo que esto es parte de un cambio de paradigma de atacar las células cancerosas. La inmunoterapia es un buen ejemplo de esto, donde el sistema inmunitario humano se activa para ir tras las células cancerosas".
"Quizás podamos manipular un poco nuestro propio sistema biológico o activar algo que ya tenemos para combatir el cáncer de manera más efectiva", concluye.