Botella de agua vertiendo a un vaso
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Actualizado: miércoles, 22 marzo 2017 14:51


MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los expertos de la Universidad Oberta De Catalunya (UOC) Alicia Aguilar, Carme Carrion y Hug March han asegurado, con motivo del Día Mundial del Agua, que el agua no tiene propiedades curativas, aunque sí contribuye a algunas funciones orgánicas.

En concreto, las aguas de elevada mineralización, como son las cálcicas o hipersódicas, pueden ser, por ejemplo, desaconsejables en casos de problemas renales, cálculos, hipertensión o para los bebés, y las fluoradas, en cambio, pueden ser recomendables para la protección dental.

Desde el punto de vista del consumo humano, diferentes informes publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) no han encontrado pruebas científicas de que las aguas duras sean perjudiciales para la salud. En este sentido, la profesora de los Estudios de Salud de la UOC, Carme Carrion, ha señalado que las aguas de este tipo son menos recomendables para las personas con alteraciones cutáneas y que en algunos casos puede provocar eccemas.

Existe también el mito popular que el agua del grifo no es buena para la salud. Y lo cierto es que, como señala Aguilar, esta agua pasa por unos controles analíticos exhaustivos de sus características físicas, químicas y microbiológicas que garantizan su calidad y seguridad para el consumo humano.

"Que el agua sea del grifo no significa que sea peor que la envasada*. El agua envasada, en realidad, no es estéril, no garantiza cero microorganismos de origen. Lo que asegura, también por medio de unos controles muy estrictos, es que no haya patógenos", ha argumentado.

LOS ENVASES, Y SUS MATERIALES, PARA CONSERVAR EL AGUA

En las etiquetas de los envases se tiene que informar de la procedencia del agua y del tipo (mineral natural, de manantial o preparada) el nombre de la empresa, la fecha de consumo preferente, recomendaciones de conservación, entre otras indicaciones. Un agua, además, no puede atribuirse una calidad propia que es característica del agua en general, como por ejemplo agua ligera (cuando todas lo son).

El agua envasada en botellas tanto de plástico como de cristal está libre de contaminantes. De todos modos, Aguilar ha recomendado recomienda el cristal, porque es un material de fácil limpieza, que se puede desinfectar, lavar a elevadas temperaturas y, por lo tanto, reutilizar. Además, es un material más sostenible de cara al medio ambiente.

Las botellas de aluminio que utilizan los excursionistas para transportar el agua son una buena opción, porque este material es ligero, no deja pasar la luz y es bastante resistente a los golpes. De todos modos, hay expertos que recomiendan comprobar que el bidón tenga recubrimiento interior para que el aluminio no entre en contacto directamente con el agua y se eviten posibles migraciones de sustancias que puedan ser un riesgo para la salud.

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