MADRID, 24 Ago. (INFOSALUS) -
Cuando se desea perder peso se suelen fijar objetivos que pueden ser constituir el éxito o fracaso de la 'aventura' para alcanzar el peso ideal o al menos un peso más saludable. Objetivos realistas y bien planificados pueden mantener tu motivación alta y ayudarte en la transición a un estilo de vida más sano.
CÓMO PERDER PERDER PESO CON OBJETIVOS REALISTAS
Según explican en la página web de la estadounidense Clínica Mayo no todos los objetivos de pérdida de peso son útiles. Los que no son realistas y buscan resultados rápidos y bruscos pueden minar los esfuerzos empleados.
Los siguientes consejos de los especialistas de la Clínica Mayo para crear tus propios objetivos para reducir peso pueden ayudarte:
* Céntrate en objetivos de proceso
Los objetivos de pérdida de peso se pueden centrar en los resultados o en el proceso. Un objetivo de resultado, lo que esperas conseguir al final, podría ser perder cierta cantidad de peso. Aunque este objetivo podría proporcionarte un dato claro, no explica cómo alcanzarlo.
Un objetivo de proceso es un paso necesario para conseguir un resultado deseado. Por ejemplo, un objetivo de proceso podría ser comer cinco raciones de frutas y vegetales al día, caminar 30 minutos diarios o beber agua en cada comida. Los objetivos de proceso podrían ser de ayuda para perder peso porque te hacen centrarte en las conductas y hábitos a cambiar que necesitas para perder peso.
* Fija objetivos 'inteligentes'
Tienes que asegurarte de que tus objetivos de pérdida de peso, ya sean objetivos de proceso o de resultados, sigan los siguientes criterios:
- Específicos: un objetivo bueno incluye detalles específicos. Por ejemplo, un objetivo de hacer más ejercicio no es específico, pero un objetivo de caminar 30 minutos después del trabajo cada día es específico. Si estableces qué vas a hacer, cuánto tipo y cuándo, lo harás.
- Cuantificables: si quieres medir un objetivo, entonces puedes determinar de forma objetivo cómo de bien lo estás haciendo. Un objetivo de comer mejor no se puede medir con facilidad pero un objetivo de comer 1.200 calorías al día se puede medir. Un objetivo de montar en bici no se puede medir pero montar en bici durante 30 minutos tres días a la semana es cuantificable.
- Alcanzables: un objetivo alcanzable es uno para el que dispones de suficiente tiempo y recursos. Por ejemplo, si tu horario de trabajo no te permite pasar una hora al día en el gimnasio, entonces no puede ser un objetivo alcanzable. Sin embargo, dos viajes a la semana al gimnasio y dos viajes en el fin de semana podrían ser alcanzables. Si un tipo particular de ejercicio, como correr, es demasiado difícil para ti a nivel físico, correr cada día no es un objetivo viable.
- Realistas: para la mayoría de las personas, un objetivo realista es perder entre un 5% y un 10% de su peso actual. Los objetivos de proceso deberían también ser realistas. Por ejemplo, tu médico puede ayudarte a determinar un objetivo diario calórico según tu peso actual y salud. Fijar un objetivo no realista podría dar lugar a disgustos o a la tentación de dejarlo todo a la vez.
- Documentables: los objetivos se consiguen mejor si se puede mantener un registro del progreso. Si tienes un objetivo de perder 7 kilogramos, registra tu peso cada semana. Si tu objetivo es comer 1.400 calorías al día, mantén un diario de alimentación. Seguir un registro puede ayudarte a evaluar tu progreso y mantenerte motivado.
*Objetivos a largo y corto plazo
Los objetivos a largo plazo suponen una visión general, pueden cambiar tu forma de pensar y llevarte a cambiar no sólo la dieta sino tu estilo de vida. Pero los objetivos a largo plazo podrían parecer demasiado difíciles o alejados, por ello podría ser beneficioso dividir un objetivo a largo plazo en una serie de objetivos más limitados a corto plazo.
Si tu objetivo de resultado es perder 7 kilogramos en tres meses, podrías dividirlo en objetivos separados para cada mes y así perder 3 kilogramos el primer mes y dos kilos cada uno de los dos meses siguientes (dado que la pérdida de peso es más rápida cuando se inicia).
Un ejemplo de un objetivo de proceso podría ser caminar 30 minutos al día. Si en la actualidad no andas nada, podrías caminar 15 minutos al día durante dos semanas y después añadir cinco minutos más en la caminata cada semana.
* Los fallos forman parte del proceso
Los retrocesos son una parte natural de los cambios en la conducta. Todo aquel que haya realizado con éxito cambios en su vida ha pasado por esta vuelta atrás en algún momento. Es mejor esperar que ocurran situaciones de este tipo y desarrollar un plan para afrontarlas. Identificar posibles obstáculos, como una comida familiar o de trabajo, por ejemplo, y estrategias específicas para superarlos puede ayudarte a mantenerte en tus objetivos o volver a reiniciar el proceso.
* Ajusta tus objetivos cuando sea necesario
Es posible que desees cambiar tus objetivos a medida que realizas progresos en tu plan de pérdida de peso. Si comenzaste con logros pequeños, podrías estar listo para abordar retos más amplios. O podrías encontrar necesario ajustar los objetivos para adaptarlos mejor a tu nuevo estilo de vida.