MADRID 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
El envejecimiento es un proceso natural e inevitable que a muchas personas les gustaría detener o incluso retrasar. A medida que envejecemos, nuestros cuerpos experimentan cambios fisiológicos, como la pérdida de elasticidad en la piel, la disminución de la energía y una mayor susceptibilidad a enfermedades.
En estudios clínicos realizado hasta ahora se ha demostrado que una ingesta reducida de calorías puede ralentizar el proceso de envejecimiento en los seres humanos. La ingesta de vitamina D o ácidos grasos Omega-3 también ha mostrado resultados prometedores en la ralentización del envejecimiento biológico en animales. Sin embargo, no estaba claro si estas medidas funcionarían también en los seres humanos.
Investigadores de la Universidad de Zúrich (Suiza) quieran comprobar precisamente su funcionamiento en humanos y complementarlo con ejercicio, otro factor asociado a retraso del envejecimiento. Así, la investigadora Heike Bischoff-Ferrari puso en marcha un segundo estudio obtener buenos resultados en la investigación DO-HEALTH donde se ha demostrado que la vitamina D y los ácidos grasos omega-3, así como la actividad física regular, reducen el riesgo de infecciones y caídas, y previenen el cáncer y la fragilidad prematura.
Para este estudio los investigadores desarrollaron un método científico para medir el envejecimiento biológico medicante el uso de relojes epigenéticos, que registran las modificaciones químicas de la molécula de ADN, conocidas como metilación, y cuantifican así la diferencia entre el envejecimiento biológico y el cronológico. Precisamente, el estudio DO-HEALTH ha investigado por primera vez la sensibilidad de este método de medición de biología molecular a un tratamiento específico.
El equipo dirigido por Heike Bischoff-Ferrari, en colaboración con Steve Horvath, investigador principal de Altos Labs Cambridge (Reino Unido), que desarrolló los relojes, investigó el efecto de los omega-3 y la vitamina D y el entrenamiento de fuerza simple sobre el envejecimiento biológico en 777 personas mayores de 70 años. Se probaron ocho combinaciones de tratamientos diferentes, solos y en combinación, durante el estudio de tres años.
Así, los sujetos tomaron 2.000 unidades internacionales (UI) de vitamina D y/o 1 gramo de ácidos grasos omega-3 (de algas) diariamente y/o realizaron 30 minutos de entrenamiento de fuerza en casa tres veces por semana.
EL ENVEJECIMIENTO BIOLÓGICO SE RALENTIZÓ
Cuando los investigadores analizaron las muestras de sangre, descubrieron que la ingesta de ácidos grasos Omega-3 ralentizó el envejecimiento biológico a lo largo de varios relojes epigenéticos hasta cuatro meses, independientemente del sexo, la edad o el índice de masa corporal de los sujetos. La combinación de Omega-3, vitamina D y entrenamiento de fuerza resultó ser aún más eficaz, según uno de los cuatro relojes epigenéticos utilizados.
"Este resultado amplía nuestros hallazgos previos del estudio DO-HEALTH, en el que estos tres factores combinados tuvieron el mayor impacto en la reducción del riesgo de cáncer y la prevención de la fragilidad prematura durante un período de tres años, y también en la ralentización del proceso de envejecimiento biológico", afirma Bischoff-Ferrari.
Cada una de estas medidas funciona a través de diferentes mecanismos que se complementan entre sí y, cuando se combinan, dan como resultado un efecto general aumentado, según la autora del estudio.
Uno de los problemas de este estudio es que la muestra está compuesta exclusivamente por participantes suizos y, por lo tanto, no representa a la población mundial de adultos mayores de 70 años. En un próximo paso, planean ampliar sus análisis a todos los participantes de DO-HEALTH, incluidos personas de Alemania, Francia, Austria y Portugal, para tener en cuenta una mayor diversidad genética y de estilos de vida.