MADRID 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
Investigaciones de la Universidad Estatal de Oregón (OSU, por sus siglas en inglés), en Coarvallis, Oregón, Estados Unidos, sugieren que las fotografías de la comida son buenas para mucho más que simplemente mostrar a los amigos en las redes sociales: esas imágenes podrían ayudar a mejorar la salud y también la política nacional de nutrición.
Pero antes de que eso pueda suceder, las universidades que forman a los dietistas que revisan las fotos necesitan proporcionar una capacitación formal más consistente, particularmente trabajo práctico sobre la medición y preparación de alimentos y el uso de sistemas informatizados de bases de datos de nutrientes. La falta de formación formalizada y estandarizada en estas habilidades es problemática, según concluye el estudio, cuyos resultados se detallan en un artículo sobre este trabajo que se publicó recientemente en la revista 'Nutrients'.
La investigación puso a prueba la capacidad de 114 estudiantes de nutrición y dietética en Estados Unidos y Australia para identificar los alimentos y determinar los tamaños de las porciones mirando fotos de los alimentos en los platos. Ellos eligieron sus respuestas de identificación de alimentos a partir de las entradas en la Base de Datos de Alimentos y Nutrientes del Departamento de Agricultura para Estudios Dietéticos de Estados Unidos.
Los estudiantes identificaron correctamente nueve alimentos diferentes casi el 80 por ciento del tiempo, pero tuvieron problemas con el tamaño de la porción; sólo el 38 por ciento de las estimaciones se encontraban dentro del 10 por ciento del peso real de los alimentos, con los alimentos de forma amorfa o con mayor densidad de energía, como el helado, que resultan los más difíciles de evaluar.
La evaluación dietética basada en imágenes (IBDA, por sus siglas en inglés), tiene como objetivo reducir o eliminar las imprecisiones que comúnmente acompañan a los métodos tradicionales, como registros dietéticos escritos, recordatorios diarios de 24 horas y cuestionarios de frecuencia alimentaria.
La información sobre la ingesta de alimentos es importante tanto para las personas que utilizan la terapia basada en la nutrición para trastornos como la diabetes y las enfermedades del corazón, como para poblaciones enteras para identificar la nutrición y el riesgo de enfermedad.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos utilizan información de su Encuesta Nacional de Exámenes de Salud y Nutrición para establecer una política para todo, desde programas de almuerzo escolar hasta educación nutricional para receptores de cupones de alimentos. La encuesta reúne datos sobre patrones dietéticos y potenciales deficiencias en la ingesta de alimentos.
"Necesitamos saber dónde hay insuficiencias en estas encuestas para identificar la nutrición y la política alimentaria y las necesidades de investigación", señala la autora del estudio, Mary Cluskey, profesora asociada en la Facultad de Salud Pública y Ciencias Humanas de OSU.
IMÁGENES PARA AYUDAR A RECORDAR DETALLES DE LA INGESTA NUTRICIONAL
Con la prevalencia de los teléfonos inteligentes, la fotografía está surgiendo como un medio para aumentar la recolección de información sobre la ingesta de alimentos. Un paciente pre-diabético, por ejemplo, podría tomar una foto de todo lo que comió durante tres días, y un dietista podría analizar esas fotos para hacer recomendaciones para mejorar la dieta.
"Si me está proporcionando su información sobre la ingesta dietética, puede que no esté tratando de falsificar la información, porque está sinceramente interesado en mejorar su dieta --dice Cluskey--. Pero estoy dependiendo de su capacidad para recordar lo que comió y su capacidad de decirme correctamente qué porciones e ingredientes específicos tenía. Hay todo tipo de cosas que pueden hacer que salga mal".
"Las imágenes pueden facilitar el recuerdo --agrega Cluskey-- y también plantean preguntas importantes por parte de los dietistas: '¿Había un aderezo bajo en grasa o alto en grasa? Además, las imágenes hacen que las evaluaciones dietéticas sean más entretenidas porque a la gente le gusta hacer fotografías de los alimentos".
Los estudiantes con un historial de preparación de alimentos, que incluía cocinar a partir de recetas y medir con frecuencia porciones, se desenvolvieron mejor que aquellos sin ese tipo de antecedentes, lo que sugiere que la formación futura de los estudiantes de dietética debe incorporar más de ese tipo de experiencias.
"También tenemos que trabajar con la gente en su capacidad para tomar fotos --señala Cluskey--. Hay que disparar a un ángulo de 45 grados a la comida, preferiblemente mientras se está de pie, y asegurarse de tener la luz adecuada. Queremos hacer lo más fácil posible para que la gente proporcione la información que sea la más precisa posible".