MADRID, (EDIZIONES)
Los murales egipcios o los textos bíblicos hablan ya del consumo de la leche de cabra, un componente esencial de la "dieta mediterránea" ya desde la antigüedad, especialmente mediante su transformación en queso. Tradicionalmente se ha dado a bebés y niños que no podían tomar leche materna y no toleraban la de vaca.
Según explica a Infosalus Jorge Moreno Fernández, investigador de la Facultad de Farmacia y el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos José Mataix Verdú de la Universidad de Granada, la leche de cabra posee unas características nutricionales altamente beneficiosas, que le confieren un alto interés como alimento y objeto de investigación.
Existen numerosas experiencias que han probado la condición de alimento funcional de la leche caprina, entendiendo como "alimento funcional" aquel que contiene compuestos beneficiosos desde un punto de vista fisiológico para el consumidor.
Además del valor nutritivo básico, este tipo de alimentos se diferencian de los alimentos nutracéuticos por el hecho de que a los alimentos funcionales no se les añade ningún producto farmacéutico, sino que los componentes que hacen que un alimento sea funcional han estado siempre presentes en la naturaleza.
"Estudios en niños han demostrado que los resultados obtenidos en cuanto a ganancia de peso, aumento en la estatura, mineralización esquelética, densidad de hueso y contenido de vitaminas en sangre (vitamina A, niacina, tiamina y riboflavina) son superiores cuando se suministra una alimentación que incluye leche de cabra", comenta el investigador.
Aun así, Moreno advierte que no es recomendable la sustitución total de la leche materna por la de cabra en niños menores de un año, dado su alto nivel proteico y mineral, y por su bajo contenido en carbohidratos, ácido fólico y vitaminas B6 y B12.
BENEFICIOS Y DIFERENCIAS CON LA LECHE DE VACA
La leche de cabra es un alimento natural, con unas características y propiedades que lo hacen beneficioso para nuestro organismo. Su composición varía en función de las características de la cabra, del momento en el que se realiza el ordeño y también de la dieta del animal y su estado de salud.
Después de la leche humana, la leche de cabra es la que contiene una mayor proporción de oligosacáridos, compuestos que forman parte de la fibra soluble y que se relacionan con una gran cantidad de efectos saludables como la regulación del sistema inmunitario.
Es más fácil de digerir, debido principalmente a que sus partículas de grasa son más pequeñas y por tanto más digeribles. Presenta un menor contenido de caseína, proteína que predomina en la leche de vaca y a la que cierta población es alérgica.
Respecto a sus propiedades beneficiosas para el organismo, la leche de cabra favorece la absorción del hierro, dado que la biodisponibilidad de este mineral es mayor en esta leche. También presenta una mayor digestibilidad de nutrientes. Ayuda a proteger al organismo frente al daño al ADN debido a su perfil lipídico de elevada calidad y a sus niveles de zinc y magnesio.
También en el síndrome de malabsorción se ha comprobado que mejora la absorción de micronutrientes y ejerce un efecto beneficioso en el metabolismo proteico, lipídico y mineral.
Otra gran ventaja que presenta la leche de cabra es que ayuda en la prevención más eficaz de la desmineralización ósea u Osteomalacia, enfermedad que en los niños se conoce como raquitismo y es causa común asociada a la carencia de vitamina D.
CIENCIA ESPAÑOLA Y LECHE DE CABRA
La fermentación es una forma simple, barata y segura de conservar la leche. Las bacterias lácticas modifican las características de la leche, de forma que la mayoría de los microorganismos indeseables, incluidos los patógenos, no pueden crecer en ella, o incluso mueren.
El grupo de investigación AGR-206 de la Universidad de Granada, dirigido actualmente por la doctora María Inmaculada López Aliaga, desde hace años ha puesto de manifiesto las ventajas nutricionales de la leche de cabra en comparación con la de vaca y sus cualidades altamente beneficiosas para la salud y el tratamiento de algunas enfermedades tales como la anemia ferropénica nutricional, arteriosclerosis, osteoporosis y síndrome de malabsorción.
Actualmente la investigación se centra en el estudio de derivados fermentados de leche de cabra, debido a su efecto pre y probiótico y a sus componentes beneficiosos para la salud glicoproteínas, anticuerpos y oligosacáridos, clave en la reducción del número de infecciones por patógenos y que promueven el desarrollo intestinal.
Recientes estudios en animales de experimentación de este grupo de investigación, en colaboración con investigadores de la Universidad de Leeds, publicados en la revista 'Journal of Agriculture and Food Chemistry' (Moreno-Fernández et al., 2016), han puesto de manifiesto que el consumo de derivados fermentados de leche de cabra mejoran la expresión de genes clave en la mucosa duodenal, implicados en la homeostasis del hierro, durante la recuperación de la anemia ferropénica, pudiendo dar una explicación a la mejoría de la ferrodeficiencia tras el consumo de fermentados lácteos de leche de cabra.
Por otro lado, otra de sus investigaciones, publicada en la revista 'Food and Function' (Moreno-Fernández et al., 2016), también ha permitido demostrar que el consumo de derivados fermentados de leche de cabra aumentan los niveles de melatonina (un potente 'scavenger' de radicales libres) y el estado antioxidante del organismo, durante la recuperación de la anemia ferropénica nutricional, incluso en situaciones de sobrecarga de hierro (tratamiento usado habitualmente para tratar dicha enfermedad), limitando el daño oxidativo a las principales biomoléculas del organismo (lípidos, proteínas, ADN y prostaglandinas).