MADRID 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El magnesio es un nutriente que el cuerpo necesita para mantenerse sano. El magnesio es importante para muchos procesos que realiza el cuerpo. Por ejemplo, regula la función de los músculos y el sistema nervioso, los niveles de azúcar en la sangre, y la presión sanguínea. Además, ayuda a formar proteína, masa ósea y ADN (el material genético presente en las células).
El nivel de magnesio en la sangre es un factor importante en la capacidad del sistema inmunitario para hacer frente a los patógenos y las células cancerosas. Investigadores de la Universidad de Basilea y del Hospital Universitario de Basilea, en Suiza, publican en la revista 'Cell' que los linfocitos T necesitan una cantidad suficiente de magnesio para funcionar con eficacia. Sus hallazgos pueden tener importantes implicaciones para los pacientes con cáncer.
La carencia de magnesio está asociada a diversas enfermedades, como las infecciones y el cáncer. Estudios anteriores han demostrado que los tumores cancerosos se propagan más rápidamente en el cuerpo de los ratones cuando los animales reciben una dieta baja en magnesio, y que su defensa contra los virus de la gripe también se ve afectada. Sin embargo, hasta ahora se había investigado poco sobre cómo afecta exactamente este mineral al sistema inmunitario.
Ahora, investigadores dirigidos por el profesor Christoph Hess, del Departamento de Biomedicina de la Universidad de Basilea y del Hospital Universitario de Basilea y del Departamento de Medicina de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, han descubierto que las células T pueden eliminar las células anormales o infectadas de forma eficaz sólo en un entorno rico en magnesio. En concreto, el magnesio es importante para la función de una proteína de la superficie de las células T llamada LFA-1.
La LFA-1 actúa como sitio de acoplamiento, que desempeña un papel clave en la activación de las células T. "Sin embargo, en el estado inactivo este sitio de acoplamiento está en una conformación doblada y, por tanto, no puede unirse eficazmente a las células infectadas o anormales --explica Christoph Hess--. Aquí es donde entra en juego el magnesio. Si el magnesio está presente en cantidades suficientes en las proximidades de las células T, se une al LFA-1 y asegura que permanezca en una posición extendida, y por tanto activa".
El hecho de que el magnesio sea esencial para el funcionamiento de las células T puede ser un hallazgo muy significativo para las modernas inmunoterapias contra el cáncer. Estas terapias pretenden movilizar el sistema inmunitario -en particular las células T citotóxicas- para combatir las células cancerosas. En modelos experimentales, los investigadores pudieron demostrar que la respuesta inmunitaria de las células T contra las células cancerosas se veía reforzada por un aumento de la concentración local de magnesio en los tumores.
"Para verificar esta observación clínicamente, ahora estamos buscando formas de aumentar la concentración de magnesio en los tumores de forma selectiva", afirma Christoph Hess. La naturaleza prometedora de estas estrategias queda demostrada por otros análisis realizados por el equipo de investigación que trabaja con Christoph Hess y su postdoctorado, el doctor Jonas Ltscher, autor principal del estudio.
Utilizando datos de estudios realizados anteriormente con pacientes de cáncer, los investigadores pudieron demostrar que las inmunoterapias eran menos eficaces en pacientes con niveles insuficientes de magnesio en la sangre.
Ltscher afirma que no se puede responder a la pregunta de si un consumo regular de magnesio influye en el riesgo de desarrollar cáncer, basándose en los datos existentes. "Como siguiente paso, estamos planeando estudios prospectivos para comprobar el efecto clínico del magnesio como catalizador del sistema inmunitario", avanza.
El magnesio se encuentra naturalmente presente en los alimentos y se agrega a ciertos alimentos fortificados. Se obtienen con el consumo de una variedad de alimentos, entre ellos: las legumbres, nueces, semillas, cereales integrales, hortalizas de hojas verdes (como la espinaca); cereales para el desayuno y otros alimentos fortificados; y leche, yogur y algunos productos lácteos.
Además está disponible en suplementos minerales multivitamínicos y en otros suplementos dietéticos. Las presentaciones del magnesio en los suplementos dietéticos que son más fácilmente absorbidas por el cuerpo son: el aspartato de magnesio, citrato de magnesio, lactato de magnesio y cloruro de magnesio. El magnesio también se incluye en laxantes y algunos productos utilizados para el tratamiento de la acidez de estómago y la indigestión