MADRID 29 Jun. (EDIZIONES) -
El zumo que se extrae de frutas o de verduras frescas contiene la mayoría de las vitaminas, minerales y sustancias activas vegetales (fitonutrientes) que se encuentran en la fruta entera. No es el caso de la fibra saludable que suele perderse en mayor proporción a la hora de elaborar el zumo.
No obstante, en una entrevista con Infosalus, la nutricionista Anna Bach aclara que durante el exprimido solo se pierde parte de la fibra. "Por ejemplo, un vaso pequeño de 150 mililitros de zumo de naranja contiene de media 0,28 gramos de fibra. Se tiende a creer que al exprimir una fruta se pierde la totalidad de la fibra y no es así", señala.
La también portavoz de la iniciativa médico-científica 'Zumo de Fruta, en Serio' subraya, además, que hay "pocas diferencias" a nivel de composición nutricional entre un zumo recién exprimido y el zumo comercial. "Tomado con moderación, este zumo es saludable. A veces se cuestiona el contenido nutritivo del zumo de fruta envasado, pero éste contiene los nutrientes esenciales presentes en la fruta", añade.
"La propia legislación establece que el zumo debe conservar las características nutricionales esenciales del tipo medio de zumo de la fruta de la que procede. Incluso la adición de azúcar en los zumos comerciales está prohibida por ley", indica.
De hecho, subraya que estos zumos de frutas son fuentes de vitamina C, B9 (ácido fólico) y provitamina A (betacaroteno), así como de algunos minerales como el potasio y el magnesio. "Estos micronutrientes aseguran un óptimo funcionamiento cerebral, desempeñan un papel destacado en la construcción y el mantenimiento de los huesos, y ejercen una importante acción antioxidante", agrega.
¿MEJOR ENTERA O EN ZUMO?
Según precisa Bach, no hay evidencia científica "sólida" que indique que para la salud sea mejor consumir la fruta entera o como zumo. "Durante muchos años ha habido algunas hipótesis que apuntaban a que beber zumos respecto comer de frutas y verduras enteras era mejor porque permitía al cuerpo absorber mejor los nutrientes, además de proporcionarle al sistema digestivo un descanso al no tener que trabajar con la fibra. Pero en realidad no hay evidencia científica para apuntar que los zumos son más saludables que el jugo que se obtiene al comer la fruta o la verdura en sí", insiste la nutricionista.
Sobre si es peligroso consumir todos los días zumos de frutas, Bach explica que estos en sí no contienen azúcares añadidos, y sí contienen vitaminas y otros nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. "El azúcar que contiene el zumo es aquel que se encuentran también de manera natural en la propia fruta y que es aproximadamente un 10% del total. El 90% restante es agua, vitaminas minerales y fitonutrientes. Todos ellos se extraen directamente de la fruta entera exprimida", explica.
Por tanto, "beber un vaso pequeño de zumo de fruta aporta nutrientes fundamentales para la salud, cumple con el consumo de azúcar recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y aporta únicamente el 4 % de las calorías diarias en una dieta de 2.000 kilocalorías", sostiene.
Aquí, la experta en nutrición ve necesario distinguir entre el zumo de frutas comercial y el néctar de fruta: "Los zumos de frutas, ya sean directamente exprimidos u obtenidos a partir de concentrado, no pueden tener azúcar añadido; mientras que los néctares se les pueden añadir azúcares, miel o edulcorantes".
Para distinguirlos, añade, "la denominación legal que debe aparecer en el etiquetado es 'zumo de fruta' o 'néctar'. No obstante, se tiende a englobar a todos estos productos como si fueran lo mismo. Está prohibido por ley añadir azúcares al zumo de fruta, independientemente de si el zumo se elabora a partir de concentrado o no".
Por lo tanto, resalta que consumir un vaso pequeño de zumo de fruta debería complementar, no sustituir, la ingesta de frutas y verduras, "siempre dentro de un dieta saludable y equilibrada, donde el consumo diario de azúcar no exceda nunca lo recomendado por la OMS".
¿CÓMO CONSERVARLOS EN EL FRIGORÍFICO?
Sobre su conservación, la nutricionista subraya que, si el zumo se realiza en casa, se debe ingerir lo más rápidamente posible. En el caso de optar por zumo de fruta envasado, la fruta exprimida, inmediatamente se pasteuriza y se envasa asépticamente, en ausencia de aire, de manera que ayuda a proteger sus nutrientes naturales y su calidad, precisa.
"El zumo debe conservarse en el frigorífico. En el caso del zumo recién exprimido si no se consume inmediatamente se debe almacenar en el frigorífico, y consumir en el margen de unas horas. En el caso del zumo envasado por el tratamiento previo mencionado, una vez abierto, si no se consume en su totalidad debe preservarse en refrigeración", concluye.