MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
La ingesta de sodio puede estar vinculada a un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y diabetes autoinmune latente en adultos (LADA, por sus siglas en inglés), según una nueva investigación que se presenta en la reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD, por sus siglas en inglés), que se celebra en Lisboa, Portugal.
La principal fuente de sodio en la dieta es a través de la sal. La sal (cloruro de sodio) es 40 por ciento de sodio, por lo que, por cada 2,5 g de sal consumida, 1 gramo es sodio. Investigaciones anteriores han sugerido que el consumo excesivo de sal puede elevar el riesgo de desarrollar DT2, posiblemente a través de un efecto directo sobre la resistencia a la insulina y/o promoviendo la hipertensión y el aumento de peso.
LADA es una forma de diabetes tipo 1 en la que las células productoras de insulina en el páncreas son destruidas por el propio sistema inmunológico del cuerpo, pero a diferencia de la DT1 típica se desarrolla muy lentamente, a veces durante un periodo de años. Esto, junto con la aparición más tarde en la edad adulta, puede llevar a que se diagnostique erróneamente como DT2.
Este estudio fue realizado por el doctor Bahareh Rasouli, del Instituto de Medicina Ambiental (IMM, por sus siglas en inglés), del 'Karolinska Institutet', en Estocolmo, Suecia, y colegas de instituciones de Suecia y Finlandia, con el objetivo de descubrir si existe un vínculo entre la ingesta de sodio y el riesgo de desarrollar DT2 o LADA.
El equipo utilizó datos de un estudio poblacional sueco sobre factores de riesgo para LADA y DT2, y comparó los 355 y 1.136 casos de cada uno, respectivamente, con un grupo de 1.379 individuos de la población más amplia que actuaron como controles. La ingesta dietética se registró mediante un cuestionario alimentario y se utilizó para calcular el consumo diario de calorías, nutrientes y sodio.
MAYOR INFLUENCIA EN DETERMINADOS GENOTIPOS
También se consideró la influencia de la genética en el riesgo de diabetes, dividiendo a los pacientes en "alto riesgo" u "otro" según su genotipo HLA. Se hicieron ajustes para tener en cuenta las diferencias en factores de riesgo, incluyendo edad, sexo, índice de masa corporal (IMC), tabaquismo, actividad física, antecedentes familiares de diabetes, alcohol, energía total y consumo de potasio.
El estudio detectó que la ingesta de sodio se asoció con un aumento promedio del 43 por ciento en el riesgo de desarrollar DT2 por cada gramo adicional de sodio (equivalente a 2,5 gramos extra de sal) consumido por día. Al dividir a los participantes en tres grupos de consumo de sodio (bajo 2,4 g, medio 2,4-3,15 g, alto 3,15 g), el grupo con mayor consumo tuvo un 58 por ciento más de riesgo de desarrollar DT2 en comparación con el grupo de consumo más bajo.
Sin embargo, dado que la sal es sólo un 40 por ciento de sodio en peso, para el consumo real de sal, el grupo de bajo consumo es de 6 gramos y menos; el grupo de consumo medio es de 6-7,9 gramos; mientras el grupo alto está por encima de 7,9 gramos por día.
El efecto de la ingesta de sodio en el riesgo de desarrollar LADA fue aún mayor, con un aumento del 73 por ciento por cada gramo de sodio consumido al día. Los pacientes con LADA con genotipos HLA de alto riesgo cuya ingesta de sodio se clasificó como "alta" (más de 3,15 g/día) tuvieron casi cuatro veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad que los que consumieron la menor cantidad (menos de 2,4 g/día).
Los autores concluyen: "Confirmamos una asociación entre la ingesta de sodio y la diabetes tipo 2 y que la ingesta elevada de sodio puede ser un factor de riesgo para LADA, especialmente en los portadores de genotipos HLA de alto riesgo". Sugieren que "estos hallazgos pueden tener implicaciones importantes en la prevención primaria de la diabetes con la aparición de adulto".