MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticos (SEMiPyP) ha presentado la Guía de Probióticos y Prebióticos, que reconoce a los probióticos que tienen un efecto fisiológico para la salud, incluyendo aquellos probióticos que han demostrado científicamente su eficacia, durante la celebración del Curso 'Avances en Microbiota Humana y su Modulación', en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander.
La guía estará a disposición de los usuarios en la página web de la sociedad científica ('www.semipyp.es') y será dinámica y revisable periódicamente. Informará de los productos con estos ingredientes que podrán ser buscados en función del nombre comercial, la cepa estudiada, el productor/distribuidor o el efecto beneficioso para la salud, y se apoyará en los estudios clínicos sobre los que se basa su eficacia.
El director del curso organizado por SEMIPyP en colaboración con Activia, Guillermo Álvarez-Calatayud, ha explicado que facilitar la verificación de la evidencia científica que hay detrás de cada producto entre los diferentes profesionales sanitarios es clave para su práctica clínica habitual, pues "en el mercado español existen numerosos alimentos fermentados y preparados comerciales con suplementos probióticos. Sin embargo, no todos tienen la misma eficacia ni evidencia científica. La idea es crear una guía que facilite este conocimiento entre los diferentes profesionales sanitarios para su práctica clínica habitual".
En los últimos años, se ha observado una disbiosis de la microbiota intestinal dando diferentes tipos de molestias digestivas, tanto funcionales (como es la sensación de hinchazón, el meteorismo, etc.) como orgánicas (como la diarrea, la inflamación intestinal, etc.). Una alteración que se puede modular con la dieta y la suplementación con probióticos y prebióticos.
Si bien el equilibrio de la microbiota intestinal depende de varios parámetros -genéticos, ambientales, de estilo de vida, estrés-, la alimentación es el factor principal que determina su composición. Así, la microbiota intestinal se puede cuidar a través de una dieta variada, equilibrada y saludable, rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos, todos ellos alimentos prebióticos; e incluyendo también alimentos con probióticos, como los lácteos fermentados especialmente con bifidobacterias.
"En la actualidad, para considerar una microbiota en equilibrio debemos contar con una buena diversidad y riqueza microbiana, es decir, cantidad y calidad de bacterias beneficiosas de nuestro colon, y esta premisa se debe tener muy en cuenta cuando se elige un probiótico", ha puntualizado Álvarez-Calatayud.