MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aconseja no abusar del aceite de palma después de la reciente polémica generada por incluir posibles contaminantes en su composición y cree que resulta preferible consumir sólo el que proceda de cultivos sostenibles.
Este producto se utiliza en la elaboración de una gran cantidad de productos de la industria alimenticia y, al ser rico en grasas saturadas, está "lejos de ser una alternativa idónea desde el punto de vista del equilibrio nutricional", en comparación con otros como el de girasol o el de oliva.
Además, recientemente se ha generado cierta alarma por la presencia de algunos compuestos clasificados como posibles carinogénicos que también aparecen en otros aceites vegetales refinados como el de soja o maíz, aunque en estos últimos en cantidades inferiores.
La OCU está preocupada especialmente por su presencia en alimentos para bebés y menores de 6 meses, que se pueden ver sobreexpuestos al solo alimentarse de leches infantiles en sus primeros meses de vida, y teme que "al ser un aceite económico y versátil se puede encontrar en una gran variedad de productos".
Algunos que lo incluyen son coberturas para postres, cremas de cacao, pasteles, platos preparados, patatas fritas, productos de aperitivos, helados, salsas, además de en productos de limpieza, cosméticos o velas.
"OCU considera que los fabricantes de productos de consumo deberían vetar el aceite de palma producido de manera no sostenible y garantizar al consumidor el respeto de unos mínimos medioambientales y sociales", han señalado en un artículo en su página web.
Asimismo, recomienda precisar claramente en la etiqueta la procedencia del aceite de palma y si cumple con las exigencias de sostenibilidad, al igual que aquellas empresas que utilizan aceite de palma de procedencia sostenible lo indiquen en su etiquetado.
De esta forma, según señalan, se facilitaría a los consumidores la información necesaria a la hora de tomar decisiones de compra responsables con el medioambiente para así "poder optar por productos que garanticen que se han respetado los principios de sostenibilidad en su consumo".