Omega-3 también para proteger la audición

Archivo - Arreglo de pescados y mariscos fresco en piedra negra
Archivo - Arreglo de pescados y mariscos fresco en piedra negra - ALEXRATHS - Archivo
Publicado: viernes, 28 julio 2023 8:10


MADRID, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio revela que los niveles en sangre del ácido graso omega-3 docosahexaenoico (DHA) están inversamente correlacionados con la dificultad auditiva en un nuevo estudio transversal basado en la población. Los adultos de mediana y avanzada edad con niveles más altos de DHA tenían entre un 8 y un 20% menos de probabilidades de presentar problemas auditivos relacionados con la edad que los que tenían niveles más bajos.

"Anteriormente se había observado que los niveles elevados de DHA se asociaban a un menor riesgo de cardiopatías, deterioro cognitivo y muerte. Nuestro estudio amplía estos hallazgos y sugiere que el DHA desempeña un papel en el mantenimiento de la función auditiva y ayuda a reducir el riesgo de pérdida de audición relacionada con la edad", afirma Michael I. McBurney, doctor y científico principal del Instituto de Investigación de Ácidos Grasos y profesor adjunto del Departamento de Salud Humana y Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Guelph y de la Escuela Friedman de Ciencia y Política de la Nutrición de la Universidad Tufts.

Utilizando datos del Biobanco del Reino Unido, los investigadores analizaron el estado auditivo autodeclarado y los niveles de DHA en sangre de más de 100.000 personas de entre 40 y 69 años del Reino Unido. Tras tener en cuenta posibles variables de confusión, los resultados mostraron que las personas en el quintil más alto (una quinta parte de los participantes) de niveles de DHA en sangre tenían un 16% menos de probabilidades de responder afirmativamente a la pregunta "¿tiene dificultades auditivas?" en comparación con las del quintil más bajo de niveles de DHA.

Del mismo modo, las personas en el quintil más alto de niveles de DHA tenían un 11% menos de probabilidades de responder afirmativamente a la pregunta "¿tiene dificultades para seguir conversaciones cuando hay ruido de fondo?" en comparación con las personas en el quintil más bajo de niveles de DHA.

Aunque los resultados del estudio, presentado en NUTRITION 2023, la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición, muestran una relación significativa entre los niveles de DHA y la audición, McBurney advierte que un estudio transversal de población no aporta pruebas suficientes para concluir definitivamente que el DHA mantiene la función auditiva o que unos niveles inadecuados de DHA contribuyen a la pérdida de audición. Sin embargo, los resultados se suman a un creciente conjunto de pruebas de la importancia de los ácidos grasos omega-3, incluido el DHA en particular, para mantener la salud y ayudar a proteger contra el deterioro relacionado con el envejecimiento en diversas funciones corporales.

Los omega-3 pueden ayudar a proteger la salud de las células del oído interno o mitigar las respuestas inflamatorias a ruidos fuertes, sustancias químicas o infecciones. Estudios anteriores realizados en adultos mayores y en animales han sugerido de forma similar que unos niveles más altos de omega-3 están inversamente relacionados con la pérdida de audición relacionada con la edad y pueden proteger contra ella.

Nuestro cuerpo tiene una capacidad limitada para producir DHA, por lo que la cantidad de DHA que se encuentra en nuestra sangre y tejidos depende en gran medida de nuestra ingesta de omega-3. Los niveles de DHA pueden aumentarse consumiendo regularmente marisco o tomando suplementos dietéticos.

"Hay pruebas sólidas de que unos niveles sanguíneos más altos de ácidos grasos omega-3 son beneficiosos resalta McBurney--. Tanto el pescado graso como los suplementos de omega-3 son buenas fuentes dietéticas. Si opta por un suplemento dietético, compare los productos leyendo el panel de información sobre suplementos para conocer el contenido de ácido eicosapentaenoico (EPA)+DHA".

Se calcula que alrededor del 20% de la población --más de 1.500 millones de personas en todo el mundo-- padece pérdida de audición, y se espera que esta cifra aumente a medida que la población envejezca en las próximas décadas. La pérdida de audición puede ser de leve a profunda; afecta a la comunicación y a las interacciones sociales, a las oportunidades educativas y laborales y a muchos otros aspectos de la vida cotidiana.

Tanto los factores ambientales como las propensiones genéticas y los medicamentos contribuyen a la pérdida de audición. Entre las formas probadas de reducir el riesgo de pérdida de audición se encuentran la protección de los oídos frente a ruidos fuertes mediante el uso de equipos de protección y la atención médica adecuada en caso de infecciones.