MADRID, 29 Ago. (EDIZIONES) -
Con el fin del verano y el inicio del nuevo curso comienza el bombardeo de mensajes publicitarios que nos instan a pensar que es necesario depurar nuestro cuerpo tras los excesos de las vacaciones, y a través de una dieta desintoxicante o ‘detox’, cuando precisamente esto está más que contraindicado por varias razones que a continuación detallaremos.
De hecho, durante los últimos años han proliferado una serie de propuestas de tratamiento dietético para la obesidad y otros procedimientos, de eficacia no comprobada, como es el caso de las dietas ‘detox’.
A pesar de los esfuerzos de investigadores, sociedades científicas y organismos oficiales, este tipo de dietas y procedimientos se siguen utilizando por muchas personas como método de adelgazamiento, y llegan a constituir un auténtico problema de salud pública. Por ello, fomentar la educación en una alimentación y unos hábitos de vida saludable en la población es una responsabilidad de todos.
En este sentido, en una entrevista con Infosalus, la doctora María José Tapia Guerrero, desde la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), explica que una pauta de dieta ‘detox’ consiste en “una intervención de duración variable en la que la alimentación se basa fundamentalmente en preparados de frutas y verduras, y se suele suplementar con productos comerciales que aportan diversos nutrientes (antioxidantes y otros), con la supuesta finalidad de favorecer la detoxificación de sustancias por el organismo, al tiempo que se restringen algunos alimentos, como las carnes, lácteos, huevos y pescados, entre otros”.
Según indica la experta, estas pautas aportan muy pocas calorías, por lo que se han utilizado también para favorecer la pérdida de peso. “Es indudable que hacer una dieta equilibrada, rica en alimentos de origen vegetal, resulta beneficioso para la salud. Sin embargo, el efecto beneficioso de las pautas ‘detox’ no ha sido comprobado científicamente”, advierte.
Así, señala que hay muy pocos estudios que hayan evaluado en humanos la eficacia de estas pautas detoxificantes y, en general, la calidad metodológica cree que no es la adecuada, ya que la mayor parte de los estudios han sido realizados en animales, con pautas y dosis muy variadas.
“Por ello, estos resultados no se pueden extrapolar a los humanos. Una revisión sistemática publicada en la revista de la Asociación Británica de Dietética concluye que no hay evidencia científica que apoye la utilización de las dietas ‘détox’ para favorecer la eliminación de toxinas o el mantenimiento del peso”, argumenta la endocrinóloga.
Otra de las razones que arguye la miembro de la SEEN es que las dietas ‘detox’ no son necesarias, ya que el organismo depura de forma natural los agentes tóxicos a través del hígado. Según insiste, la palabra ‘détox’ es una designación publicitaria “muy atractiva pero con poca base científica”.
De hecho, la médico especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Regional Universitario de Málaga afirma que es que el metabolismo de un cuerpo sano el que cumple la función de eliminación de las toxinas, a través principalmente del hígado, de los riñones, o de la piel, por ejemplo.
“Podemos definir al metabolismo como el conjunto de todas las reacciones químicas que ocurren en nuestro cuerpo. Parte de ellas, particularmente en el hígado, tienen la misión de inactivar o bloquear sustancias que pueden resultarnos dañinas, eliminándose después por la orina o la bilis. En ese sentido, nuestro cuerpo tiene una capacidad bastante alta de mantener su equilibrio vital (lo que llamamos ‘homeostasis’), mayor cuanto más sanos estemos y, para ello, es indiscutible que una alimentación saludable es de gran ayuda”, argumenta la experta de la SEEN.
Sobre la intoxicación que podemos recibir a través de nuestro ambiente, la especialista del área de Nutrición de la SEEN argumenta que los seres humanos estamos expuestos a multitud de sustancias químicas y moléculas, contenidas en la naturaleza o producidas de manera industrial, si bien argumenta que “en el momento actual, no hay datos que apoyen un efecto tóxico o perjudicial para la salud de estas sustancias presentes en el ambiente o en los alimentos”.
PELIGROS DE LAS DIETAS DETOX
Con todo ello, la especialista enumera los que, en su opinión, son los principales peligros y problemas que pueden generar las dietas desintoxicantes ya que, según asegura, “este tipo de dietas no están exentas de efectos secundarios”:
1.- Pérdida de masa muscular: “Las dietas ‘detox’ siguen pautas muy variadas, pero en general resultan pobres en proteínas. Una dieta hipocalórica debe aportar una cantidad suficiente de proteínas para prevenir la pérdida de masa muscular y otros problemas”.
2.- Favorecen el ‘efecto rebote’ o ‘yo-yo’, ya que alerta de que al abandonar estas dietas, las personas que las siguen no han aprendido a comer saludablemente y vuelven a las costumbres que les hicieron engordar.
3.- Déficit de vitaminas y minerales por falta de consumo con los alimentos. “Además de las proteínas pueden ser deficitarias en otros nutrientes, como zinc y calcio, entre otros. Las personas mayores, en edad de crecimiento, o con alguna patología, pueden ser especialmente sensibles a estas deficiencias”, según alarma la doctora Tapia.
4.- Riesgo de cálculos renales. “El abuso de batidos verdes puede incrementar el riesgo de ‘piedras en el riñón’ por el excesivo contenido en ácido oxálico de algunas verduras, como las espinacas, habituales en este tipo de bebidas”, afirma.
5.- Regulación insuficiente de estas dietas y los productos que utilizan, lo que implica una falta de seguridad.
6.- Consumir antioxidantes artificiales (vitaminas c y e, coenzima q entre otras) a largo plazo podría ser perjudicial para la salud, por lo que no se recomienda. “Distinto es consumir alimentos que aportan estos antioxidantes de forma natural a través de los vegetales, o las frutas por ejemplo”, añade. Según argumenta, los estudios clínicos en humanos sobre el papel de la suplementación de la dieta con antioxidantes son confusos y, en ocasiones, contradictorios. El consumo de antioxidantes a largo plazo no ha demostrado ningún beneficio sobre el cáncer o las enfermedades cardiovasculares y, en ocasiones pueden ser potencialmente dañinos por lo que no existen pruebas fehacientes para recomendar el uso de suplementos con antioxidantes más allá de los presentes en los alimentos dentro de una dieta saludable.
7.- Desarrollo de trastornos del comportamiento alimentario. “Las dietas muy restrictivas, bajas en calorías, se han asociado al desarrollo de trastornos del comportamiento alimentario (anorexia y bulimia), a veces de mayor gravedad que el exceso de peso que se pretendía corregir”, según afirma la especialista del área de Nutrición de la SEEN.