MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
Beber algo de vino parece que es bueno para el colon y el corazón, posiblemente debido a los abundantes polifenoles y estructuralmente diversos de la bebida. Ahora, investigadores informan en 'Journal of Agricultural and Food Chemistry' que los polifenoles del vino también podrían ser buenos para la salud oral.
Tradicionalmente, algunos beneficios para la salud de los polifenoles se han atribuido al hecho de que estos compuestos son antioxidantes, lo que significa que probablemente protejan al cuerpo del daño causado por los radicales libres. Sin embargo, trabajos recientes indican que los polifenoles también podrían promover la salud al interactuar activamente con las bacterias en el intestino.
Este último planteamiento tiene sentido porque las plantas y las frutas producen polifenoles para evitar la infección por bacterias dañinas y otros patógenos. La científica M. Victoria Moreno-Arribas, del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL) y sus colegas querían saber si el vino y los polifenoles de la uva también pueden proteger los dientes y las encías, y cómo podría funcionar a nivel molecular.
Los investigadores de este estudio, financiados por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (MINECO) y la Comunidad de Madrid, comprobaron el efecto de dos polifenoles del vino tinto, así como extractos de uva y vino tinto comercialmente disponibles, en bacterias que se adhieren a los dientes y las encías y causan placa dental, caries y enfermedad periodontal.
Al trabajar con células que modelan el tejido de las encías, descubrieron que los dos polifenoles del vino ailsados (ácidos cafeico y p-cumárico) generalmente eran mejores que los extractos de vino totales para reducir la capacidad de las bacterias para adherirse a las células.
Cuando se combinan con 'Streptococcus dentisani', que se cree que es un probiótico oral, los polifenoles fueron incluso mejores a la hora de repeler a las bacterias patógenas. Los científicos también demostraron que los metabolitos formados cuando comienza en la boca la digestión de los polifenoles podrían ser responsables de algunos de estos efectos.