MADRID, 14 May. (EDIZIONES) -
¿Cuál es tu relación con el azúcar?¿Eres adicto? 'Adicción' se define en Medicina como "una enfermedad neurobiológica crónica, que se caracteriza por una falta de control en el uso de una sustancia, un uso compulsivo o continuado, y todo ello a pesar de producir un daño físico y psicoemocional". Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación.
Así, médicos expertos, neuropsiquiatras y neurobiólogos, no se ponen de acuerdo a la hora de aceptar la existencia de una adicción a los alimentos. Para algunos, la adicción a la comida parece posible dado que ciertas vías que se accionan tras la ingesta, se activan también frente a algunas drogas adictivas, estimulando los mecanismos cerebrales de recompensa.
"Sin embargo, la evidencia científica actual no permite concluir que exista una verdadera adicción a los alimentos, si no un comportamiento anormal frente a la ingesta. Es decir, una ingesta compulsiva no significa que sea consecuencia de una adicción. Dicho de otro modo, la adicción a comer no puede considerarse el resultado de una adicción a ciertos alimentos", explica en una entrevista con Infosalus el especialista en Endocrinología y Nutrición, el doctor Juan José López.
Este experto del área de nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) precisa así que las alteraciones de la conducta alimentaria no dependen de que los alimentos produzcan los cambios neurobiológicos típicos del uso de sustancias adictivas, sino de otros múltiples factores fundamentalmente psicosociales o genéticos.
"Dicho lo anterior hay que reconocer que algunos alimentos, al menos de forma experimental, podrían considerase potencialmente adictivos. Tal es el caso de los dulces, los carbohidratos, las grasas, los alimentos procesados y/o salados", reconoce el endocrinólogo.
Concretamente, dice que el azúcar es capaz de liberar opioides y dopamina a nivel cerebral, y por ello se podría esperar que tuviera un potencial adictivo significativo. "En experimentación animal existen datos a favor de este efecto adictivo del azúcar, pero en humanos no ha podido demostrarse. La relación de determinadas conductas alimentarias, y la posibilidad de adicciones frente a ciertos alimentos son dos de los principales objetivos en la prevención y en el tratamiento de la epidemia de obesidad actual", reconoce el doctor López.
En este contexto, el experto remarca que en nuestro día a día consumimos más azúcar de la que pensamos porque muchos alimentos la contienen. "Debemos tener en cuenta que, además del azúcar de mesa que todos conocemos, hoy en día más del 75% del azúcar que ingerimos nos llega incorporado en alimentos elaborados donde, en ocasiones, no la vemos ni reconocemos (como en salsas comerciales, productos lácteos, zumos envasados, refrescos)", alerta el especialista.
Por ejemplo, resalta que cuando nos tomamos ciertas bebidas (zumos, batidos, refrescos) podemos llegar a consumir una media de 9 terrones de azúcar. "Por todo ello es fundamental consultar el etiquetado sobre la composición nutricional de estos productos", resalta el experto en Endocrinología y Nutrición.
¿ES TAN MALA EL AZÚCAR PARA NUESTRA SALUD?
El azúcar de mesa o sacarosa es un hidrato de carbono simple que aporta 4 calorías por gramo. Su principal función es suministrar energía de uso inmediato al organismo y edulcorar los alimentos. Por ello, el doctor López sostiene que no se puede decir que ningún alimento sea 100% bueno, ni tampoco 100% malo en sí mismo; todo depende de la cantidad que se consume.
Tal y como recuerda, según la OMS, el consumo en la dieta de una elevada cantidad de azúcar se asocia con un aumento del riesgo de desarrollar obesidad y por tanto, con un mayor riesgo de presentar enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial o la enfermedad cardiovascular. También se ha asociado con un mayor riesgo de caries dental.
"Por estos motivos, la OMS y la SEEN recomiendan que el consumo de azúcar no sobrepase el 5% del total de calorías de nuestra dieta, lo que significa que deberíamos consumir unos 25 gramos al día, el equivalente a 6 terrones al día", subraya el endocrinólogo.
Con ello, precisa que no es necesario desterrar ningún producto de nuestra dieta, pero sí limitar su consumo. "Los azúcares pueden formar parte de una dieta equilibrada, siempre que no se tomen en exceso. Como se ha comentado previamente, hay que tener especial cuidado con los productos procesados, ya que nos pueden aportar más del 75% del azúcar que ingerimos", sentencia el doctor López.