MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
Restringir la colocación en los supermercados de los artículos menos saludables y aumentar la disponibilidad de alternativas más sanas en estos establecimientos pueden ser intervenciones prometedoras para fomentar comportamientos de compra más saludables, según concluyen de dos nuevos estudios publicados en la revista 'PLOS Medicine' por investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
Las dietas deficientes son un importante factor de riesgo para las enfermedades crónicas, y siguen existiendo muchas desigualdades socioeconómicas en lo que respecta a la dieta. Los datos de las revisiones sistemáticas han sugerido que las intervenciones en las tiendas de comestibles pueden ser eficaces para cambiar la dieta, pero se carecía de pruebas en supermercados reales.
En el primer estudio nuevo, los investigadores, dirigidos por Carmen Piernas, evaluaron seis intervenciones relacionadas con la disponibilidad, la colocación, las promociones y la señalización de productos más saludables en tres grandes cadenas de tiendas de comestibles del Reino Unido.
Descubrieron que el aumento de la disponibilidad de opciones más saludables dentro de una categoría se asociaba a cambios significativos en las compras. Por ejemplo, el almacenamiento de patatas fritas bajas en grasa junto a las patatas fritas normales disminuyó las ventas de patatas fritas normales. El almacenamiento de más galletas bajas en calorías aumentó las ventas en un 18% y redujo las compras de galletas normales, más calóricas, en un 4%.
En el segundo estudio, Piernas y sus colegas evaluaron una intervención en una tienda de comestibles para retirar los chocolates y caramelos de temporada de lugares destacados dentro de un importante supermercado del Reino Unido en las 7 semanas previas a la Semana Santa. En 34 tiendas de intervención, se retiraron los expositores promocionales de productos de confitería de temporada, aunque los dulces estaban disponibles en otras partes de la tienda.
Los investigadores descubrieron una atenuación del habitual aumento estacional de las ventas de dulces; las unidades de venta de dulces aumentaron un 18% en las tiendas de control durante el periodo anterior a la Semana Santa, pero sólo un 5% en las tiendas de intervención. La diferencia absoluta en las ventas de golosinas entre las tiendas de control y las de intervención fue de aproximadamente 21 kilogramos por tienda a la semana, lo que se tradujo en menos calorías totales en las cestas de los clientes.
En conjunto, los trabajos ofrecen nuevas pruebas sobre cómo la legislación puede ayudar a configurar la dieta de los consumidores con el objetivo de mejorar la salud.
"Esta investigación tiene importantes implicaciones para el desarrollo de políticas por parte de los minoristas o los gobiernos para acercar la ingesta dietética a las recomendaciones para una buena salud --escriben los autores--. Es poco probable que las estrategias destinadas a informar a los clientes sobre las opciones más saludables funcionen de forma aislada".
En cuanto al primer estudio, Piernas señala que "estos resultados de una intervención en el "mundo real" proporcionan pruebas prometedoras de que la legislación propuesta en Inglaterra para restringir las promociones de artículos menos saludables en lugares prominentes puede ayudar a reducir el consumo excesivo".
Por lo que se refiere al segundo estudio, destaca que observaron "que algunas intervenciones de arquitectura de la elección aplicadas en las tiendas, como la disponibilidad y las promociones, se asociaron a cambios a corto plazo en los comportamientos de compra de alimentos. Sin embargo, el efecto de las promociones en el comportamiento de los consumidores puede disminuir con el tiempo y es menos probable que sea sostenible para los minoristas durante períodos de tiempo más largos", concluye.