MADRID, 29 Sep. (EDIZIONES) -
Es importante comer sano porque las principales causas de muerte prematura en España están directa o indirectamente relacionadas con los malos hábitos alimentarios. No se tiene tan clara esta relación directa con la alimentación como sí se tiene con el tabaco o el alcohol, por ejemplo.
"Si la población general tiene claro que fumar es un hábito perjudicial para la salud y que aumenta el riesgo de ciertas enfermedades, esta percepción del riesgo no está tan patente cuando de unos malos hábitos alimentarios se trata. Sabemos que el tabaco mata, pero no tenemos tanta conciencia de que mantener una mala dieta también lo puede hacer, por lo que muchas personas banalizan esta cuestión con todo tipo de justificaciones".
Así lo afirma en una entrevista con Infosalus la dietista-nutricionista Lidia Folgar, con motivo de la publicación de 'La Salud en tu plato' de Arcopress, un libro en el que defiende que comer bien es comer los alimentos lo más parecido posible a su estado original, con una proporción mayoritaria de vegetales, y una presencia nula, o casi nula , de los 'alimentos superfluos', es decir, aquellos que cuentan con sal añadida y azúcar, así como con grasas de mala calidad.
Es más, precisa que una alimentación sana consiste en consumir a diario un mínimo de 5 raciones entre la suma de verduras, frutas y hortalizas; significa que la mayor proporción de los platos esté compuesta por alimentos de procedencia vegetal (verduras, hortalizas, frutas, legumbres, cereales integrales, frutos secos o semillas).
A su vez, seguir una alimentación sana es para Folgar no consumir productos con azúcares añadidos por el fabricante o por ti, ni los naturalmente presentes en la miel, los jarabes, los zumos y los concentrados de frutas; primar las grasas de origen vegetal no hidrogenadas o la grasa del pescado; limitar el consumo de sal a menos de 5 gramos al día (aproximadamente una cucharadita de café incluyendo la sal que contienen los alimentos procesados que consumes y la sal que consumes es yodada. Además de saciar la sed con agua en lugar de con otro tipo de bebidas, o ajustar las cantidades que se comen en función del hambre.
POR QUÉ DEBEMOS MEJORAR CÓMO COMEMOS
Por ello, aporta una serie de datos que justifican la necesidad de mejorar nuestros hábitos alimentarios, tales como que la obesidad está considerada como uno de los principales factores de riesgo para un amplio número de enfermedades y problemas de salud, incluyendo la hipertensión, la hipercolesterolemia, la diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, colelitiasis, artrosis y muchas otras enfermedades crónicas. "Por lo tanto, contribuye a la mortalidad prematura, a la discapacidad y al deterioro de la calidad de vida junto con el gasto sanitario directo e indirecto que esta genera", incide.
Asimismo, alerta de que la obesidad infantil es ha multiplicado por 10 a nivel mundial en los últimos 40 años, o que España es ya el segundo país europeo con más casos de obesidad y sobrepeso.
Con todo, Folgar plantea una serie de claves para una dieta sana, y sin renunciar a comer:
1.- El concepto que tiene mucha gente de dieta sana es 'pechuga con lechuga', pero la alimentación saludable y la cocina no están reñidos con el comer rico.
2.- La dieta mediterránea es una opción muy saludable siempre que se interprete bien. "Hay quien interpreta erróneamente que hay que tomar una copa de vino al día, o que hay que basar la dieta en el consumo de cereales refinados, pero si se interpreta bien podría considerarse una opción saludable", defiende.
3.- Es importante saber cocinar para nuestra salud sólo si comemos estando a gusto, de manera sabrosa. "Sólo así mantendremos unos hábitos alimentarios. Quien no le gusta cocinar recurre más habitualmente a picoteos, a comida procesada o de fuera de casa, y al final su alimentación está más desequilibrada que la de una persona que cocina un mínimo diariamente.
4.- El peso ideal no existe. Sí un peso saludable, que no es una cifra si no un amplio rango. Además, tener en cuenta que el peso no siempre es el indicador más fiable de salud, porque nuestro peso no sólo indica nuestra cantidad de grasa corporal, sino también nuestra musculatura o complexión y agua corporal, principalmente.
5.- Comer sano no es hacer dieta. La mayor parte de personas así lo consideran cuando no es así. Hacer dieta se hace con el objetivo de perder peso y esto consiste en comer unos determinados menús o alimentos y prohibirse otros durante cierto tiempo hasta alcanzar un peso determinado, para luego volver a comer normal, que en realidad es comer mal porque sino no sería necesario bajar de peso. "Ni comer sano significa hacer dieta, ni para perder peso se debe hacer dietas. No hagas dietas que terminen algún día. Modifica tus hábitos alimenticios para siempre", añade.
6.- ¿Cómo debemos comer? "No sólo es importante lo que comes sino cómo lo comes. A veces hay circunstancias que no se tienen en cuenta en el proceso de cambio de hábitos y que, sin embargo, tienen mucho peso. Por ello hay que comer despacio, comer siempre sentado, comer en la cocina y comer sin distracciones. Come acompañado siempre que puedas, charla sobre cómo ha ido el día, intenta no distraerte con pantallas u otras distracciones y disfruta", sentencia.