MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El sector cárnico europeo ha rechazado "enérgicamente" que la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, en sus siglas en inglés), haya clasificado los productos cárnicos procesados dentro del grupo 1 de factores cancerígenos para el ser humano, y considera "inapropiado atribuir a un único factor un mayor riesgo de cáncer" cuando puede depender de una combinación de varios.
CARNE PROCESADA
En un comunicado, la Federación Europea de Asociaciones Cárnicas (CLITRAVI) advierte de que "no es un único grupo de alimentos específicos por sí mismos el que define los riesgos asociados con la salud, sino la dieta en su conjunto, junto con algunos otros factores".
De hecho, aseguran el riesgo relativo de cáncer colorrectal derivado del consumo de productos cárnicos es menor que el producido por otros factores de riesgo: enfermedades de colon, el índice de masa corporal (IMC), falta de actividad física y tabaco. Y factores ambientales como el aire exterior e interior, contaminantes, así como contaminantes de suelo y del agua de bebida, han mostrado valores de riesgo mucho mayores en diferentes tipos de cáncer.
Además, recuerdan que el consumo medio de carne y productos cárnicos en la Unión Europea es de 24 gramos al día, por debajo de la ingesta de 50 gramos al día a la que la IARC atribuye un aumento del riesgo de cáncer colorrectal de un 18 por ciento. Y admiten que, "como con cualquier otro alimento, un consumo excesivo nunca es apropiado".
Por todo ello, el sector cárnico recomienda "un enfoque más global" sobre el tema "dada la amplia gama de productos cárnicos producidos en la Unión Europea que presentan valores nutricionales óptimos, que satisfacen las diferentes necesidades de los consumidores".
BENEFICIOS DEMOSTRADOS
En este sentido, defienden que "existe amplia evidencia científica que demuestra los beneficios del consumo de carne dentro de una dieta saludable", ya que son una fuente esencial de proteínas, vitaminas del grupo B o minerales.
Además, asegura que llevan años trabajando tanto en reformulación como en procesos de elaboración para mejorar la composición nutricional y optimizar el valor nutritivo de los productos cárnicos con el fin de ofrecer, entre otros, productos con bajo contenido en sal y en grasa.
Y del mismo modo, cumplen "estrictamente" los estándares legislativos y respetan los límites aplicables a los aditivos dentro del marco legal, al tiempo que investigan cómo reducir la presencia de estos compuestos y "optimizar los procesos de fabricación y los ingredientes utilizados".