MADRID 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las organizaciones del sector de productos pesqueros consideran que el real decreto de Comedores Escolares Saludables y Sostenibles ha sido aprobado "sin un análisis profundo de las repercusiones que puede acarrear a largo plazo", así como que debitilita el consumo de pescado en los menús escolares "ante la inminente irrupción de sustitutos a base de proteína vegetal".
"El real decreto no ha sido consensuado con el sector pesquero y consideramos que debería ser más riguroso, porque, aunque pueda parecer que a corto plazo se fomenta el consumo de pescado, a largo plazo no lo refuerza, sino que lo debilita ante la inminente irrupción de sustitutos a base de proteína vegetal, a los que este real decreto da entrada en la dieta escolar", explican desde el sector.
Así se han mostrado a través de un comunicado las organizaciones Conxemar, ARVI, Apromar, Cepesca, Fedepesca, Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, Interfish-España, AECOC, Opescantabrico y Fenamar. En este sentido, señalan que los conceptos de "análogos vegetales" y "proteína vegetal" no se definen en el decreto y se incluyen en los segundos platos, lo que "abre la puerta a ofrecer menús exclusivamente vegetarianos".
"Términos sin una definición clara y sin un análisis de impacto en la salud de generaciones venideras. Asimismo, términos sin una legislación de etiquetado específica y que no permiten a todos los sectores competir en las mismas condiciones de seguridad alimentaria", critican.
En definitiva, creen que el nuevo decreto permite una "flexibilidad excesiva" donde debería ser más riguroso. Además, aseguran que no refuerza el consumo regular de pescado como hábito alimentario sostenible en el tiempo, pero que sí facilita en la dieta escolar la alimentación con base 'plant-based' ( dietas exclusivamente en productos de origen vegetal), "aún en contra de cualquier recomendación pediátrica".
Por todo ello, reclaman una política alimentaria escolar "más ambiciosa, clara y coherente" con las tradiciones culinarias, basada en dietas de "probada eficiencia" y "no hacer que la población infantil actual sirva de foco experimental para otros formatos alimentarios sin un rigor científico probado".