MADRID, 26 Feb. (EDIZIONES) -
Muchas veces prescindimos del líquido de las conservas, cuando este no siempre es perjudicial para la salud. Hay personas que se beben el líquido de los botes de espárragos, mientras que otras echan el aceite de las latas de atún en las ensaladas de forma íntegra, y otras personas lavan las legumbres al sacarlas del bote, previo al cocinado. En estos casos, ¿estamos actuando bien?
Para poder saberlo preguntamos en Infosalus a un experto en la materia, al presidente del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Cantabria (CODUNICAN) Pablo Martínez, quien recuerda que este líquido de las conservas suele estar formado por jarabes, aceites, agua con sal, almíbar o incluso limón, todo dependiendo del producto en conserva.
Así, insiste en que todos los productos que salen al mercado están sometidos a una serie de controles que garantizan la seguridad para el consumo (incluyendo el líquido conservante); sin embargo, advierte de que antes de consumir esos conservantes, debería evaluarse individualmente si existen condiciones patológicas que puedan impedirlo.
"Como ejemplo, un paciente con disfunción renal debería controlar la ingesta de sodio, de potasio, o de fósforo, por ejemplo, y en casos como las conservas de atún, de verduras, o de legumbres, entre otras, el líquido concentra esos minerales", aclara.
SIRVEN PARA ALARGAR LA VIDA ÚTIL DEL ALIMENTO
Explica que la función principal de estos líquidos es alargar la vida útil del alimento, aunque en muchos casos el líquido complementa conservando las propiedades organolépticas del producto. "Durante el proceso de control de microorganismos, se utiliza como medio de transmisión de calor y de creación de vacío", añade este experto.
El también miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas, preguntado sobre si nutricionalmente nos aportan algo estos líquidos, apunta que sería necesario detallar y evaluar cada uno de forma individual.
Por ejemplo, cita que el líquido de los espárragos, que mucha gente se bebe, es totalmente inocuo, y está compuesto principalmente por agua y sal, y en condiciones de normalidad no debería ocasionar ningún problema.
"Como se ha dicho anteriormente, en condiciones patológicas sería necesario evaluar si ese aporte extra de agua y sal podría ser perjudicial. En personas sanas, aunque el líquido pueda contener algunas vitaminas, sería mejor opción obtenerlas de otras fuentes, como las frutas, y así evitar el exceso de sal", remarca.
En el caso de las latas de atún sostiene que suelen destacar por presentar un líquido con alto contenido en sal, que en muchos casos sería mejor desechar. Sin embargo, sí afirma que en el caso de las conservas de verduras, el líquido contiene vitaminas y minerales que podrían figurar interesantes.
Preguntado sobre esa costumbre de muchas personas de lavar las legumbres en conserva antes de cocinarlas, Pablo Ortiz subraya que el líquido es totalmente inocuo en este caso, siendo además el lavado opcional.
"Tanto las latas de atún como las conservas de legumbres utilizan sal para aumentar la vida útil del producto. Junto con el azúcar, es uno de los ingredientes más utilizados para dicha conservación. Así, algunos productos como las legumbres tienen alto contenido en cloruro sódico, que en caso de consumo habitual podría ser conveniente desechar, debido al exceso de sal incluido como conservante", insiste este especialista en Nutrición.
¿Y echar el aceite en el que va el líquido de la lata de atún podemos hacerlo? Este experto indica que la principal fuente de Omega3 está en el atún: "El aceite de conserva, sin embargo, tiene alto contenido en Omega3. Si queremos aumentar la ingesta de Omega3, por ejemplo, en una ensalada sería más eficiente añadirle unas semillas de lino molidas o unas nueces, y prescindir del aceite conservante. Por otro lado, si se desea utilizar el aceite como aliño sería perfecto, aunque no lo enriquecería significativamente en Omega 3, en comparación con el ejemplo anterior".
Con ello, añade que revisar en todos los casos el etiquetado es fundamental, y asegura que siempre se puede prescindir del líquido con alto contenido en sodio o azúcares, y utilizar aquellos líquidos de cobertura que contengan vitaminas y minerales, como los procedentes de las verduras.
DÓNDE GUARDAR LAS CONSERVAS
En este sentido, cuestionamos al especialista sobre si es bueno guardar las latas de conserva en el frigorífico y cuál es la mejor manera de conservarlas. El presidente de CODUNICAN mantiene que las latas de conservas pueden guardarse en el frigorífico, y como sucede en otros productos, es esencial conservarlo a baja temperatura.
"En este caso, la parte posterior de la nevera puede garantizar una temperatura más estable. La mejor forma de conservar estos productos sería trasladarlos a otro recipiente, y de esa forma ralentizar los procesos de oxidación, acelerados por los recipientes originales de aluminio", concluye.