MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
El sílice poroso puede impedir la adsorción de grasas y carbohidratos en el organismo, según ha demostrado una nueva investigación de la Universidad del Sur de Australia.
Las partículas de sílice diseñadas están hechas de arena purificada y tienen un diseño óptimo con una gran superficie que les permite absorber grandes cantidades de enzimas digestivas, grasas y azúcares dentro del tracto gastrointestinal.
El estudio, publicado en la revista científica 'Pharmaceutics', es el primero que valida cómo las partículas de sílice porosas pueden impedir los procesos digestivos y frenar la adsorción de grasas y azúcares.
Desarrollado en colaboración con Glantreo Limited, el nuevo tratamiento a base de sílice será más suave para el estómago y tendrá menos efectos secundarios desagradables asociados al principal medicamento contra la obesidad, el Orlistat.
"La obesidad es un problema global que afecta a más de 1.900 millones de personas en todo el mundo. A pesar de ello, en la actualidad se carece de terapias eficaces y libres de efectos adversos, como diarrea, hinchazón y dolor abdominal, lo que suele disuadir a las personas de iniciar un tratamiento. La sílice porosa ha recibido una atención creciente por su potencial contra la obesidad, y los ensayos en humanos han demostrado que es una terapia segura. Sin embargo, hasta ahora los investigadores no sabían cómo funcionaba exactamente", ha comentado uno de los responsables del estudio, Paul Joyce.
Su investigación muestra cómo el sílice poroso promueve un efecto antiobesidad al funcionar localmente en el intestino para restringir la digestión y absorción de grasas y carbohidratos.
La obesidad es un factor de riesgo de muchas enfermedades y afecciones crónicas, como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes de tipo II y el cáncer, y se asocia a mayores tasas de mortalidad.
El estudio 'in vitro' examinó múltiples muestras de sílice en condiciones simuladas que imitaban el entorno gastrointestinal durante la digestión de una comida rica en grasas y carbohidratos.
Se descubrió que las partículas de sílice porosa con una anchura de poro de entre 6 y 10 nm son ideales para desencadenar una respuesta inhibidora tanto de las grasas como de los azúcares.
"Esta investigación ha identificado los parámetros definidos para que la sílice porosa tenga efectos contra la obesidad. Los próximos pasos consisten en validar estos hallazgos con modelos animales de obesidad, de modo que podamos determinar cualquier variación para las condiciones óptimas contra la obesidad. La obesidad es una enfermedad completamente prevenible. Se trata de un gran paso para atajar una de las enfermedades más prevenibles del mundo", ha remachado el doctor Joyce.