MADRID, 25 Ene. (EDIZIONES) -
Las alergias alimentarias son frecuentes, y sobre todo en la población infantil, aunque estas pueden debutar en cualquier momento de la vida, aunque lleves años comiendo un alimento.
"En niños se ven más que en adultos porque es cuando introducen un alimento por primera vez y en estas edades las más frecuentes son a la leche huevo y pescados. Al introducirlos por primera vez tienen reacciones. Mientras, en los adultos vemos alergias diferentes, y son más habituales a los frutos secos, a las frutas, al marisco, y al pescado. En cada época de la vida es más frecuente una alergia que otra", remarca en una entrevista con Infosalus la doctora Ana Pérez Montero, jefa del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
¿Cuál suele ser su edad de debut? Esta experta reseña que suelen aparecer en la infancia si bien en la edad adulta también pueden surgir en cualquier momento y con alimentos que hemos comido muchas veces. "El organismo se va sensibilizando poco a poco y llega un momento dado en el que el cuerpo decide que no lo tolera. El problema es que en los adultos a veces esa no tolerancia es para siempre; pero en los niños, sobre todo en ciertos alimentos como la leche y el huevo, tiende el cuerpo a la tolerancia espontánea, y normalmente antes de los 5 años se suele vencer una alergia alimentaria, sobre todo a leche y a huevo", aclara.
CÓMO SOSPECHAR: PRINCIPALES SÍNTOMAS
Los síntomas sobre todo suelen ser cutáneos, cuenta esta doctora de Quirónsalud Madrid, y dice que lo normal es que la persona lo coma, y en apenas 15 minutos-media hora note que le pica la boca y le aparece una urticaria, y habones por el cuerpo.
"Aunque después se puede desarrollar una clínica más severa, gente que nota que le cuesta respirar, que se ahoga, y presenta una reacción grave de anafilaxia, y se puede llegar a perder el conocimiento, pero normalmente debuta por una reacción cutánea", puntualiza la doctora Pérez.
Desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) mencionan en este sentido que también es frecuente presentar en un cuadro de alergia alimentaria angioedemas, que es una hinchazón pero por debajo de la piel similar a la urticaria, o casos de empeoramiento de una dermatitis atópica.
Añade esta sociedad científica que también pueden presentarse síntomas digestivos, como la diarrea, las náuseas, el dolor abdominal o los vómitos; y más raramente casos de rinitis o de asma.
Eso sí, reconoce que un síntoma sobre todo frecuente entre quienes tienen alergia a los pólenes es el picor en la mucosa bucal tras comer sobre todo alimentos vegetales como las frutas, denominado 'síndrome alérgico oral', que en general no se asocia con otros síntomas; aunque puntualmente puede relacionarse con una reacción intensa e hinchazón de labios o de la lengua.
¿SIEMPRE SON NECESARIAS LAS PRUEBAS?
Con ello, Ana Pérez Montero, jefa del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, sostiene que sí son siempre necesarias las pruebas de alergia para descartar una alergia alimentaria en caso de sospecha: "Sí porque a veces los niños tienen episodios de urticaria y otros por cuadros virales, y siempre que haya un alimento implicado hay que descartarlo".
A su juicio, muchas veces el paciente viene con alguna sospecha a la consulta y la primera consulta que se hace se hace es una historia clínica detallada y de lo que nos cuenten que tienen sospecha primero son cutáneas.
"La primera vez que le han dado una tortilla y le ha dado urticaria se ponen proteínas del huevo en el brazo. Pero cuando a veces estas salen negativas y hay sospecha bastante alta, se pincha el alimento en el brazo (pruebas 'prick-prick'), que es bastante sensible; y la tercera cosa que se hace es una analítica específica para analizar los anticuerpos generados contra ese alimento y normalmente en estas pruebas se suele llegar a un diagnóstico", asegura esta experta.
Luego, cuando todas las pruebas son negativas, la prueba definitiva del todo dice que es una provocación oral, con el alimento, y hay que hacerlas con cuidado y en unidades de día especializadas en alergias alimentarias, donde se les da a los pacientes el alimento en dosis pequeñas y crecientes hasta ver qué ocurre.
Por tanto, y un punto importante a tener en cuenta si se sospecha de una alergia alimentaria, según destaca la doctora Pérez, es que hay que eliminar el alimento y por ejemplo, si se ha tenido un episodio de estas características con un pescado determinado, dejar de comer pescado hasta la resolución de las pruebas, o retirar los lácteos si ha sucedido con la leche; en definitiva, evitar esos alimentos.
"Hay que tener cuidado porque la alergia alimentaria puede producir un shock anafiláctico e incluso hay personas que han podido fallecer y por eso hay que estudiarlo y acudir al especialista porque es importante. A veces salen en la prensa y hubo hace unos años el caso de una chica que tenía alergia severa al cacahuete y falleció porque su novio le besó. Hay que tener respeto porque puede comprometer la vida del paciente", agrega.
En último lugar, la doctora Pérez señala que hay muchos padres que preguntan en consulta por alergias alimentarias que sus hijos no han vencido llegados los 5 años, momento en el que algunos especialistas optan por las desensibilizaciones alimentarias.
"Los quiere mucho la gente y consisten en dar cantidades pequeñas del alimento en un periodo largo, nosotros tardamos entre 9 y 12 semanas, y se consigue con ello la mayor parte de las veces que el alimento lo toleren. Lo importante antes en una alergia alimentaria era una evitación, pero como esta a veces es complicada, se hacen tratamientos de desensibilización alimentaria, pero siempre bajo supervisión médica", sentencia la especialista de Quirónsalud Madrid.