MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Hospital Samsung Kangbuk de Seul, Corea del Sur, han liderado una investigación que revela que entre tres y cinco tazas de café al día, algo que los autores consideran un consumo moderado, permite reducir el riesgo de obstrucción arterial y, con ello, las probabilidades de sufrir un infarto.
El trabajo, que publica en su último número la revista 'British Medical Journal' (BMC), se suma al debate que se ha generado en los últimos años sobre los efectos del consumo de café para la salud cardiovascular, tras haberse probado su beneficio frente a otras patologías como la diabetes o el colesterol.
De hecho, a pesar de que podría asociarse a un mayor riesgo de enfermedad coronaria, un reciente metaanálisis de 36 trabajos también ha apuntado a que el consumo moderado puede reducir el riesgo de estas patologías.
En esta ocasión, el trabajo se centró en la presencia de calcio en las arterias coronarias (CAC), un indicador que puede alertar del riesgo de aterosclerosis, causada por la acumulación de placas que favorecen el endurecimiento y estrechamiento de estos vasos sanguíneos que, en última instancia, puede favorecer la formación de coágulos que derivan en un infarto o un ictus.
El trabajo incluyó datos de un total de 25.138 hombres y mujeres de 41 años de edad media, de los que ninguno tenía signos de enfermedad cardiaca en el momento del estudio.
Para comprobar su estado de salud se sometieron a un análisis que incluyó un cuestionario nutricional y una tomografía computarizada (TC) cardiaca para ver los niveles de calcio en sus arterias.
Los investigadores estratificaron los niveles de calcificación de sus arterias en función de los niveles de consumo de café, y tuvieron también en cuenta otros factores como su actividad física, índice de masa corporal (IMC), consumo de tabaco y alcohol, antecedentes familiares de enfermedad cardíaca y el consumo de otros alimentos como frutas, verduras y carne.
EL CONSUMO MEDIO: 1,8 TAZAS AL DÍA
En cifras generales, el 13,4 por ciento de los sujetos analizados presentaba calcio en las arterias coronarias, mientras que el consumo medio de café era de 1,8 tazas al día.
Sin embargo, el riesgo de tener calcio en las arterias era mayor en personas que tomaban menos de una taza al día (0,77), en comparación con quienes bebían de una a tres tazas diarias (0,66) y aquellos que bebían entre tres y cinco (0,59). En cambio, volvía a crecer cuando el consumo superaba las cinco tazas diarias (0,81).
La asociación fue similar en los subgrupos definidos por edad, sexo, tabaquismo, consumo de alcohol, presencia de obesidad, diabetes, hipertensión o hipercolesterolemia, lo que muestra que el subgrupo que consumen entre tres y cinco tazas es el que tiene la prevalencia más baja de obstrucción arterial.
Los investigadores creen que este menor riesgo está asociado al efecto protector frente a la diabetes, un factor de riesgo para la aterosclerosis, ya que se piensa que el café mejora la sensibilidad a la insulina.
"Nuestro estudio se suma a una creciente evidencia que sugiere que el consumo de café podría ser inversamente asociado con el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Pero se necesita más investigación para confirmar nuestros hallazgos y establecer las bases biológicas de estos posibles efectos preventivos", han destacado.