MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
La respuesta tiene fácil respuesta: de todo. A pesar de ello, probablemente una de las preocupaciones de los pacientes con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, enfermedades inflamatorias intestinales que afectan a unas 100.000 personas en España, sea saber qué alimentos pueden seguir comiendo con regularidad y cuáles deben excluir de su dieta.
De hecho, un estudio que acaba de presentar el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU) revela que más de la mitad de estos pacientes cree que hay alimentos que pueden favorecer la aparición de brotes y, de hecho, la mayoría acaban eliminando algunos de su dieta para prevenir un empeoramiento de su enfermedad.
Una creencia y una restricción que son en vano ya que, según ha reconocido a Europa Press el presidente de este grupo investigador, Javier Gisbert, del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid, "el papel real de la dieta en la enfermedad inflamatoria intestinal es prácticamente nulo o inexistente".
"Ni es un factor de riesgo ni aumenta la probabilidad de brotes, ni en aquellos que tienen un brote hace que éste vaya a peor. Aunque habitualmente los pacientes que juega un papel más determinante, esto no es así", ha defendido.
Este experto reconoce que cuando un paciente es diagnosticado con una de estas enfermedades lo que se suele recomendar es que tengan una dieta "lo más variada posible y no restrinjan alimentos", salvo que identifiquen de forma repetida y consistente que hay algún alimento que no les sienta bien, como también le puede suceder a cualquier persona sana.
Sin embargo, los resultados de este estudio de GETECCU muestran que esta recomendación no se transmite bien por los médicos o no cala entre muchos pacientes. El estudio, cuyos resultados se acaban de presentar en el congreso de la XIX Reunión de la Asociación Española de Gastroenterología (AEG) que se ha celebrado esta semana en Madrid, ha incluido a 1.272 pacientes de 30 centros y ha estado coordinado por el Hospital Universitario de La Princesa de Madrid.
LOS LÁCTEOS Y LAS GRASAS, LOS MÁS RECHAZADOS
En su análisis los autores vieron que entre los alimentos más rechazados había algunos del grupo de los lácteos, las grasas o las verduras, que según este experto, son "muy relevantes" desde el punto de vista nutricional en cualquier dieta.
Y dentro de los pacientes que restringían alimentos por temor a empeorar el brote, ahí el grupo más importante eran los alimentos que tienen proteínas y grasas, como la carne roja.
Sobre los lácteos, Gisbert insiste en que la intolerancia a la lactosa es igual de frecuente en estos pacientes que en la población general.
Y sobre la carne roja, añade que si hay pacientes a los que les sienta mal no es por su enfermedad, al igual que puede suceder con otros alimentos como el chocolate o el café, asociados a peores digestiones, que si sientan mal o producen diarrea "no es por motivos diferentes que si le ocurre a una persona sana".
SE PUEDE CAER EN LA DESNUTRICIÓN
"No debemos hacerle la vida imposible a nuestros pacientes. Además, el problema es que si acabamos imponiendo una dieta muy restrictiva ello puede llevar incluso a la desnutrición", ha reconocido Gisbert.
De hecho, el 15 por ciento de los participantes en el estudio presentaba desnutrición, tras tener en cuenta una combinación de criterios clínicos como el índice de masa corporal (IMC) o un índice de masa libre de grasa.
Por ello, el presidente de GETECCU insiste en que "no se dispone de evidencia científica de que exista algún alimento que haya demostrado que sienta peor a estos pacientes", por lo que les anima a ir viendo si hay alguno que particularmente pueda sentarle mal, pero sin asociarlo a la enfermedad, y seguir una dieta lo más variada y menos restrictiva posible.